El periodista acusado de haber envenenado con cianuro a su novia y al hijo de ella el año pasado en Salta declaró -en el juicio por el caso- que llevó el veneno al lugar del hecho por pedido de la víctima y manifestó que no es “el monstruo que creen”.
“Yo no soy el monstruo que creen”, dijo Franco Rodrigo Gaspar Cinco (28), al declarar en la novena audiencia del juicio iniciado en su contra el 20 de abril pasado. “Yo tengo un nene. Cómo voy a querer matar a un niño. Siempre quisieron que me haga cargo”, agregó.
Gaspar Cinco llegó al juicio imputado por el “homicidio simple en grado de tentativa (al tratar de arrojarlo desde un barranco y luego pretender contratar a sicarios) y homicidio calificado por el medio empleado (veneno) en perjuicio de Amir Párraga (2).
Además, se le imputa el delito de “homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por el medio utilizado”, en perjuicio de Alejandra Párraga (26).
El hecho se registró el 5 de junio de 2017, en la casa de la familia de Alejandra, ubicada en la calle Gorriti al 800, de la capital salteña.
Según la acusación, Gaspar Cinco le entregó a su novia una botella de plástico diciéndole que contenía agua bendita para que le diera a su hijo, que estaba enfermo, pero en el recipiente había agua envenenada.
El niño bebió el agua y comenzó a convulsionar, por lo que la madre tomó contacto con el veneno al realizarle maniobras de resucitación.
Las autopsias determinaron que el niño murió por intoxicación al ingerir ácido cianhídrico y Alejandra por edema agudo de pulmón al tomar contacto con este veneno.
Durante la investigación se estableció que antes de este hecho, el periodista había intentado arrojar al niño desde un barranco durante un paseo al dique Cabra Corral y luego pretendió contratar a antiguos compañeros para matarlo.