Los primeros escritos de la humanidad ya hacen referencia a las propiedades estimulantes de ciertos productos. Cuánto hay de cierto y cuánto de imaginación en estas cuestiones y trucos para seducir con la cocina
Las primeras referencias históricas con relación a las propiedades estimulantes sobre el deseo sexual de algunos alimentos se remontan a los primeros escritos de la humanidad.
Seducir con la comida no es algo nuevo, sino que la cocina tuvo desde siempre una altísima importancia en la vida sexual de las personas.
La palabra afrodisíaco proviene de Afrodita, la diosa griega del amor, nacida del mar después que Cronos castrara a su padre para lanzar sus genitales al mismo.
Existen varias acepciones del término, aunque la más habitual se relaciona con aquello que tiene la propiedad de potenciar el instinto sexual, es decir, el deseo amoroso.
Entre los libros más célebres que hablan sobre el tema se encuentra el Kamasutra, texto hindú sobre el amor, donde se indican muchas formas para incrementar el vigor sexual en el varón mediante alimentos como la miel y la leche, a las que reconoce como una importante fuente de energía.
Para los hindúes -según revela este milenario libro- el agua y ciertos alimentos son esenciales para la sexualidad.
Por otra parte en Europa, en la época de los sajones, comenzaron a tener reputación como afrodisíacas algunas plantas, como la zanahoria y los espárragos.
Las clases más acomodadas no tardaron en preocuparse por encontrar aquellos alimentos que favorecieran el vigor sexual tanto en varones como en mujeres, por lo que comenzó a correr la leyenda entre los pobres que la promiscuidad de los ricos se debía al consumo, a veces exagerado, de raros y exóticos manjares, lo que les propiciaba, decían, mayores oportunidades de placer sexual.
No obstante, hay quienes comienzan a considerar que el más poderoso afrodisíaco no es otro que la mente humana, capaz de atribuir propiedades a algunos alimentos y bebidas, dejando volar sus fantasías y su imaginación a la hora de dedicarse a la propia sexualidad.