En La localidad bonaerense de Bartolomé Bavio vivió y se crió, una de las actrices y cantantes de tango que fue un emblema para el género: la inolvidable Tita Merello. Pionera del cine nacional, ya que trabajó en la película Tango, la primera del cine sonoro argentino, entre otros éxitos cinematográficos como Mercado de Abasto y la Madre María. Pero, desde hace algunos años, también la mencionada localidad, es reconocida, en el ambiente de la ufología, porque en un campo se encontraron 30 "huellas circulares" en el pasto y que se sospecha tienen vinculación con un aterrizaje masivo de OVNIs.

"Nunca vi algo así en toda mi vida", fueron las palabras del primer testigo que presenció la impactante escena del descenso de naves que serían extraterrestres. Pero eso no es todo, porque a partir del suceso, el dueño del predio realizó una denuncia policial. Todo sucedió a finales de 2009, y apenas tomaron conocimiento del hecho, concurrió a la zona un equipo de especialistas de la Fundación Argentina de Ovnilogía (FAO), liderados por el investigador Luis Burgos.

La localidad Bartolomé Bavio, que cuenta con apenas 2.000 habitantes, se encuentra enclavada entre las rutas 11 y 36, a unos 30 kilómetros al sur de la ciudad de La Plata. El protagonista de la historia fue Angel Gatti, un productor de 68 años, propietario de un campo de 40 hectáreas en la zona del poblado de Julio Arditti (Partido de Magdalena). Al momento del misterioso hecho, el predio albergaba un plantel vacuno de 80 animales, y era recorrido habitualmente por el puestero Rubén Albarracín, quien en la previa había observado "unos extraños círculos de pasto seco que nunca había visto antes".

Al comunicarle la novedad a Gatti, el productor realizó la denuncia en el Destacamento Policial de Bavio, que estaba a cargo del comisario José Alberto Bacigalupe, quien junto a los oficiales Jorge Sáenz y Carlos Gómez, tomaron intervención en el asunto.

Un informe de los expertos de la FAO sostuvo que "la causa se encaminaba a un probable daño a la propiedad, ya que la inspección de la policía no descartaba nada: desde algún ritual tipo umbanda a la mano dañina de alguien volcando algún tipo de herbicida en el terreno. Lo primero que se constató fue que la hacienda no había sufrido alteraciones. Ningún animal faltante ni tampoco con cortes en sus cuerpos. Por tanto, la hipótesis del causante de las huellas circulares se volcaba al plano de la siempre enigmática presencia de OVNIS", indicó el trabajo. Así, un equipo de la FAO y CIENCIA OVNI, integrado por Laura Babyaczuk, Daniel López y Patricio Barrancos (FAO Buenos Aires), Daniel López y Patricio Barrancos (FAO Buenos Aires), Eduardo Galeano (FAO Chascomús) y Miguel Peralta y Luis Burgos (FAO La Plata) se apersonó en el lugar y junto al dueño del campo, Angel Gatti, la comisión policial antes mencionada, don Hilario Bacigalupe (policía retirado) y algunos allegados, se abocó a la investigación del caso. Los expertos destacaron que "una treintena de marcas circulares y algunas casi ovales, del tipo secas (deshidratadas) y de un metro la más chica a poco menos de cinco metros la más grande, con bordes de treinta centímetros, se distribuyeron en dos zonas bien delimitadas: una hacia el lado sur del campo y la otra, alambrada y arboleda de eucaliptus mediante, hacia el lado norte", sostuvo el trabajo de Burgos y los especialistas.

      Embed


Aparecen en esta nota: