El primer año de Martín Moggia en el Súper TC 2000 irá más allá de su debut en Buenos Aires y con un marco imponente, ya que el camino que deberá desandar con el equipo oficial Citroën tiene un valor agregado en su etapa de desarrollo en la categoría más tecnológica de Sudamérica.
Moggia, quien hizo toda la parte iniciática en la Fórmula Renault 2.0 y en el TC 2000, tratará de demostrar este año por qué fue convocado para formar parte de una estructura que desde su plataforma técnica cuenta con dos pesos pesados: Alberto "Cachi" Scarazzini y Javier Ciabattari.
Compañero de Manu Urcera y el prestigioso Esteban Guerrieri, el porteño se ilusiona con tener una temporada que le valga mucho más que el debut, sobre el C4 Lounge: "Es una sensación linda, estoy muy feliz que la marca se haya sumado este año a la categoría y cuente conmigo, hay un excelente grupo humano. No lo veo como un desafío, sino un proyecto a futuro, siento que al tener solo 19 años me queda un futuro muy lindo y todo lo que se venga por delante será para mejor", dijo a Diario Popular.
El corredor, ex campeón de la Fórmula Renault 2.0 en 2015, ponderó la presencia de Ciabattari y Scarazzini en la planta oficial: "Son dos personas con mucha experiencia y excelentes en su trabajo, gente muy buena y lo que más me transmiten es los cambios y desarrollo del auto, se aprende día a día. Me siento muy tranquilo por esa parte porque en conjunto será un lindo reto a alacanzar".
Moggia, asimismo, brindó el concepto de aquello que viene a buscar al Súper TC 2000 y agregó: "La idea es ir paso a paso, al contar con un excelente equipo, tengo tranquilidad y de esa forma los resultados llegan solos".
Por último, sostuvo que a la hora de afrontar una carrera, en lo único que piensa es en sí mismo: "Lo hago para no perder la concentración, el piloto tiene que estar muy metido y se hace difícil tener la mente en otra cosa".