‘No todo está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo esta perdido y hay que empezar de nuevo‘, remarca Julio Cortázar en su frase publicada en el libro Rayuela y poco más de 50 años después, la historia se repite con el épico triunfo de Emiliano Spataro en los 200 Kilómetros del Súper TC 2000 que se disputaron bajo la lluvia en el Autódromo de Buenos Aires, donde el corredor de Lanús no preveía esta victoria al arreglar el Renault Fluence que su compañero Christian Ledesma le había roto el auto en los entrenamientos del viernes y debieron arreglarlo y clasificar en tiempo récord.
Cuando la estrategia pintaba arrimarse a favor del santafesino Facundo Ardusso y su compañero Ricardo Risatti, la punta de la competencia fue mutando conforme la pista se mojaba cada vez más y los charcos jugaban malas pasadas: Leonel Pernía y Julián Santero cambiaron varias veces de mandos del otro Renault y en la búsqueda del uno no sostuvieron el resultado por perder tiempo en boxes.
En la misma sintonía han estado Facundo Chapur y Franco Girolami (Peugeot) pero a pocos giros del final y en el momento menos pensado, mientras el los Renault de Pernía y Ardusso se alejaban y el binomio Damián Fineschi - Juan Manuel Silva no se acercaba al podio con el Ford Focus, el inteligente Spataro apeló a la experiencia con Ledesma y juntos se mandaron de cabeza al triunfo.
Ni hablar del resto de los integrantes del podio, ya que la Escudería FELA se quedó con su primer gran resultado de la mano de Sebastián Peluso y Juan Angel Rosso al finalizar segundos a bordo del Ford y el esperado tercer lugar de Bernardo LLaver y el uruguayo Santiago Urrutia, sobre el Chevrolet.
‘El viernes tuvimos el accidente en los entrenamientos y el auto, que es nuevo, había quedado muy mal. Dimos vuelta todo, fue todo trabajo, esfuerzo y sacrificio para recuperar el Fluence. En la clasificación del sábado tuvimos algunos inconvenientes que se arrastraron del accidente que tuvo Ledesma antes y todo se hizo cuesta arriba. Cuando crucé la meta pensé en absolutamente todo el equipo, en cada paso que hemos dado, en que nunca perdimos las esperanzas. Mientras haya vueltas de carrera, la situación se puede revertir, así que aprovechamos las gomas de lluvia y como Christian me devolvió el auto entero, fuimos por el resultado‘, resaltó el Spa.
Por su parte, el escaladiense Gonzalo Fernández abandonó en el quinto giro como invitado de Alessandro Salerno, sobre el Peugeot 408 de la Escudería FE, pero anunció que desde la competencia de San Juan tomará parte del plantel del Súper TC 2000.
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