Faltaban pocos segundos para el fin del encuentro ante Serbia y Montenegro en Atenas 2004, y el mejor jugador de básquet argentino de todos los tiempos anotaba el 83 a 82 en una jugada memorable
Hace exactamente diez años, Emanuel Ginóbili marcaba un doble en una de las jugadas más importantes y extrañas en la historia del básquet argentino, para el triunfo 83-82 ante Serbia y Montenegro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Con el reloj que indicaba apenas 3 segundos 8 décimas para el final del primer partido del torneo en el Grupo A, el serbio y montenegrino Dejan Tomašević, erró el primer tiro libre y anotó el segundo.
En ese momento, los de Rubén Magnano retomórápidamente el juego con Andrés Nocioni, que se la pasó a Alejandro Montecchia y éste observó libre por la izquierda a Manu.
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"Lo primero que atino es poner quinta a fondo y poder llegar lo más cerca del aro posible para tirar un tiro de mayor porcentaje", comentó luego de una década Montecchia.
Al recibir el balón, el escolta picó unas pocas veces y lo lanzó con la defensa que lo marcaba. "Cuando veo que me mira (Montecchia) y la larga, lo primero que pienso es en tirarla lo antes posible", ralató Ginóbili.
A pesar de la jugada veloz, los jugadores recuerdan que no había una estrategia armada para ese momento en que llegó el encuentro.
Finalmente, sería una campeonato sensacional que culminaría con el oro ante Italia, con previa victoria ante Estados Unidos.