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En el séptimo y último encuentro ante Boston Celtics, la figura de los Cleveland Cavaliers anotó 35 puntos, 15 rebotes y 9 asistencias para el triunfo de su equipo por 87-79. Ah, jugó los 48 minutos...
Se rindieron ante él. Dio una clase magistral de básquet de NBA. Demostró, una vez más, tener la experiencia necesaria para estar en los momentos más complicados. Con 35 puntos del astro LeBron James, los Cleveland Cavaliers vencieron el domingo por la noche a Boston Celtics por 87-79 en el séptimo y decisivo encuentro decisivo de la Conferencia Este para avanzar a la final de la NBA.
“Estoy confiado por que soy el mejor jugador del mundo. Así de simple”, aseguró en varias ocasiones. Y su arrogancia tiene sustento: LeBron se puso al equipo encima y con 35 puntos, 15 rebotes y nueve asistencias comandó la ofensiva de su equipo de una forma letal.
Pero también da la cara por su equipo. Y, después de jugar los 48 minutos de juego, lo demostró con estas palabras:
El cuatro veces MVP (Jugador Más Valioso), que llega a su octava final consecutiva, promedia 34 puntos por juego con balance de 13-9 en juegos de eliminación.
Para James, que pronto será agente libre, la victoria supone posponer la decisión sobre su futuro hasta el próximo mes.
La final de la NBA inicia el jueves ya sea en Houston o en Golden State. Los Rockets son los anfitriones del séptimo juego de la final del Oeste el lunes por la noche. Sea cual sea el rival, los Cavaliers no partirían como favoritos.
"Tenemos una oportunidad de jugar por el campeonato", declaró James. "No importa cuál sea el argumento, no importa si somos elegidos para ganar o no. Soy la persona equivocada a la que preguntar. A mí me gusta competir".
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