Bonavena
nació el 25 de septiembre de 1942 en el barrio de Parque de los
Patricios y de su amplio anecdotario quedó una frase saliente, una
metáfora o una alegoría: “Cuando suena la campana estás tan solo en el
ring que te sacan hasta el banquito”.
‘Ringo” fue dueño de una
personalidad singular, también discutida, que t
uvo su momento cumbre
cuando combatió con Muhammad Alí en el Madison Square Garden de Nueva
York en la medianoche del 7 de diciembre de 1970. E
l país entero
observó por televisión -60 puntos de rating- cómo aquel muchacho con
“cara y alma de niño” le hacía frente al mejor boxeador de la historia y
hasta le hacía tocar las rodillas en la lona en dos oportunidades,
aunque el árbitro no contara.
Y aunque luego el argentino claudicó
en el decimoquinto round, se ganó para siempre la consideración de los
aficionados argentinos y se transformó en una “leyenda”.
Bonavena,
quien en uno de sus inolvidables ‘arrebatos‘
compró el pase del cordobés
Daniel Willington en ocho millones de pesos para cedérselo a Huracán,
el club de sus amores, debutó como profesional el 3 de enero de 1964 con
una victoria por nocaut ante Louis Hicks, en el Madison Square Garden
de Nueva York. El 4 de septiembre de 1965, Bonavena, con el también
recordado Gregorio °Goyo° Peralta, produjo un hecho histórico para el
boxeo argentino: metieron 25.236 espectadores en el Luna Park, cifra
jamás superada, quienes vieron la paliza que °Ringo° le propinaba a su
rival para quitarle la corona nacional de los pesados.
Al día siguiente, Peralta se sentaba en la mesa grande de Doña Dominga Bonavena, que inmortalizó sus inolvidables ‘ravioladas”.
°Goyo°
Peralta fue un invitado especial, dado que la rivalidad había quedado
esa medianoche en el ring del Luna Park, y el vencedor compartió los
ravioles de su madre, Doña Dominga, con el hidalgo perdedor, un hecho
que prácticamente el boxeo produce. Rivales en el ring, amigos en la
vida.
Bonavena peleó con grandes figuras de la época: además de Alí,
también combatió con Floyd Paterson, Zora Folley, Joe Frazier, Jimmy
Ellis, George Chuvalo y Karl Mildenberger, entre otros.
‘No quiero
ser el más rico del cementerio”, dijo Bonavena después de cobrar 100.000
dólares por la pelea con Alí, en una verdadera declaración de
principios: nunca le gustó guardar el dinero. Era, más bien, todo lo
contrario.
°Ringo° protagonizó shows musicales en la televisión,
grabó discos -su hit fue ‘pío pío pa‘, del cual vendió miles de placas-,
tuvo romances de revista y también fue amigo del ex dictador Alejandro
Agustín Lanusse.
El 22 de mayo de 1976,
Bonavena fue asesinado en un
oscuro burdel de Nevada (en Estados Unidos), y coincidentemente el
también desaparecido Víctor Emilio Galíndez, ese mismo día, logró su
triunfo más resonante en Sudáfrica, al vencer en un combate épico al
norteamericano Richie Kates.
El disparo del rifle Winchester
accionado por Willard Ross Brymer, uno de los guardaespaldas de Joe
Conforte (el dueño del burdel Mustang Ranch), hirió mortalmente a un
corazón que a partir de allí se alojaría para siempre en el pecho de
todo un pueblo.
Eran las 6,20 de la mañana en el Oeste de Estados
Unidos, cuando un disparo traicionero de un matón acertó al pecho de
Bonavena, provocándole la muerte instantánea a los 33 años, “la edad de
Cristo” según el decir de su madre, Doña Dominga.
Las 150.000
personas que lo despidieron una semana más tarde, poblando un Luna Park
que jamás se vio tan triste, ratificaron el cariño hacia el hombre que
irritó al mismísimo Alí y que inmortalizó las ravioladas del fin de
semana en su casa materna, que hasta dieron origen a un programa de
televisión.