Científicos de China implantaron un sensor en el cerebro de un animal sin perforarle el cráneo. Este importante avance tendría implicaciones en el tratamiento de enfermedades como el párkinson y la parálisis.
Investigadores de la Escuela de Inteligencia Artificial de la Universidad de Nankai, en la ciudad de Tianjin, dijeron que el sensor se insertó en los vasos sanguíneos cerebrales de una oveja y recibió señales electroencefalográficas (EEG) fuertes y claras del cerebro del animal.
"La mayor ventaja de esta técnica es que no requiere una intervención quirúrgica invasiva a cerebro abierto para obtener las señales eléctricas y que toda la operación puede realizarse en menos de 2 horas", señaló Duan Feng, profesor de la facultad de inteligencia artificial de la universidad e investigador principal del estudio.
Duan y su equipo utilizaron un dispositivo de interfaz cerebro-ordenador endovascular y mediante un robot, introdujeron un stent a través de una vena hasta la zona del córtex motor del cerebro de la oveja.
A continuación, el stent se extendió para incrustar electrodos en las paredes del vaso sanguíneo, desde los que se podían registrar las señales neuronales.
Es la primera vez que se implanta una interfaz cerebro-ordenador intervencionista en el cerebro de un animal en China, rompiendo con las tecnologías básicas de los electrodos de EEG de intervención y la adquisición de EEG intravascular, y complementando el desarrollo de dispositivos neurointervencionistas como los stents y los catéteres.