Dos misiones espaciales de la Agencia Espacial Europea sobrevolaron el planeta vecino Venus. La Solar Orbiter y BepiColombo utilizaron el planeta para realizar un impulso gravitacional y recopilaron todos los datos posibles de Venus, algunos de estos datos fueron traducidos a sonidos.
Los investigadores aprovecharon la cercanía para recabar datos de aquel paraje y enviarlos a la Tierra. En concreto, registraron la aceleración de las sondas y las tradujeron a sonidos. El instrumental de BepiColombo reveló los intensos cambios de temperatura (que va de cerca de -100 grados centígrados a los +10) y las alteraciones del campo magnético, conforme tomó evidencia del intenso viento solar.
Por otro lado, los instrumentos de las sondas pudieron registrar los cambios en el campo magnético de Venus. A medida que las sondas se acercaron más y más a Venus, los magnetómetros a bordo de las sondas registraron la intensidad del viento solar.
Según la ESA, en las próximas semanas llevarán a cabo un estudio más detallado de los datos recopilados por las sondas espaciales. De momento esto es sólo una interpretación de los datos, traduciéndolos a frecuencias de sonido para que sean más fácilmente entendibles por el público. Es decir, hay que dejar claro que no se trata de sonidos reales del espacio grabados por un micrófono.