1 kilo de harina 000
30 gramos de levadura fresca
200 gramos de puré de papines sin cáscara
1/2 litro de agua
1 cucharada de miel
1 pizca de sal
800 g de papines variedad Waicha
aceite
romero
tomillo
sal marina
salsa de soja
cáscara de limón rallada
-Primero hervimos el kilo de papines con su piel de la siguiente forma: colocamos todo en una cacerola y tiramos agua hasta la mitad de las papas, tapamos y cocinamos por 10/12 minutos. Colamos y separamos 200 gramos, les retiramos la piel y pisamos para puré. Reservamos. Con los 600 gramos restantes, colocamos en una sartén profunda unas tres cucharadas de aceite -si es de oliva mejor-, las papas, las hierbas, y el resto de la lista para la cubierta, menos el limón, Salteamos hasta que las papas se doren. Dejamos enfriar y cortamos en rodajas finas. Ahora sí, un poco de piel de limón rallada y reservamos.
-Para la masa: en un recipiente profundo, tiramos agua, levadura, miel, 1/4 taza de aceite de oliva y el puré. Mezclamos y entra el kilito de harina. Amasamos rápidamente. Debe quedar una masa tierna. La tapás con un film y dejás que duplique su volumen. Es importante que las masas leuden solitas, no apurarse. ¿Duplicó? Muy bien, entonces ahora en una placa rectangular para horno, a la que aceitás abundantemente, le tirás la masa y estirás bien hasta los bordes con tus manos.
Acomodás todas las rodajas de papines y dejás nuevamente leudar en un lugar calentito tapado con un repasador.
Cuando esto volvió a duplicar su volumen, entra a horno bien caliente hasta que esté dorado pero no quemado.
Dejás enfriar y armás unos ricos sándwiches con lo que más te haga feliz. ¡No te digo de frizarla porque no vas a tener tiempo!