Alto voltaje político se desplegó en los contornos de la inestabilidad macroeconómica que el gobierno nacional busca sofrenar, y entre esas idas y venidas en la provincia de Buenos Aires trataron de perfilar su impronta.

Alto voltaje político se desplegó en los contornos de la inestabilidad macroeconómica que el gobierno nacional busca sofrenar, y entre esas idas y venidas en la provincia de Buenos Aires trataron de perfilar su impronta.

La gobernadora María Eugenia Vidal no solamente tiene que atender el frente de los números, ya sean aquellos que son de la gestión, números de la economía, los que tan prolijamente lleva el ministro de Economía Hernán Lacunza; o los otros que se achican al ritmo de la crisis, que erosiona su imagen en el territorio y vuelve azaroso su futuro inmediato, números viene de varios lugares pero perecen concentrarse en las cartera de Asuntos Públicos.

La situación hace que ambos números se vuelvan un problema, pero mientras algunos insisten en una eficiencia pragmática y se alejan de los sentimientos, en la provincia acentúan su impronta ya proyectadas desde un principio, sensible a cuestiones humanas y desde allí echar mano a las políticas sociales dirigidas y desplegar sus propias convicciones.

Por un lado, la gobernadora Vidal repitió en varios lugares, incluso en sus dos reuniones de gabinete que desplegó esta semana, que "nos comprometimos a estar cerca y acompañar a todos los bonaerenses, especialmente a quienes más necesitan del apoyo del Estado".

Por ello, a pesar de estar fresco el anuncio del aumento del 15% en el Programa Más Vida y entrega de un refuerzo invernal, de acciones para fortalecer la Red de Espacios Comunitarios y la ampliación del Programa Un Vaso de Leche por Día, que obligó al Gobierno reorientar recursos que estaban destinados a otras áreas y a obras que debieron ser replanteadas, va por más. Aunque oficialmente no admiten el número, se estiman incrementar unos mil millones más en políticas sociales a los presupuestado, parece un número ambicioso si se tiene en cuenta que aquellas ultima mejoras insumieron inversión de 318 millones de pesos. El desembolso de las partidas nacionales extras que se distribuirán en el conurbano, también serán bienvenida. Se trata de los refuerzos a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, unos 1.200 pesos por persona que llegarán en septiembre y otro refuerzo de 1.500 diciembre.

El ministro de Desarrollo Social Santiago López Medrano, ha tenido que dejar un poco de lado su intención de instala más su figura en San Martín donde es tentado a ser candidato en 2019, es el personero de la gobernadora, primera línea en este frente, y no solamente se trata de esta con lo concreto también está necesidad de mantener el diálogo abierto, que no haya ruidos molestos con los actores políticos que se mueven en torno de las políticas sociales.

Por caso, preocupa al gobierno provincial, pues así lo hicieron saber varios funcionarios del área de Desarrollo Social, las diferencia que empiezan a visualizarse entre diferentes organizaciones, aunque aclaran que todas ellas con "trabajos en serios en los territorios", que pueden desmadrarse. "Conflictos políticos que se suma al social", describen.

En ese sentido, la primera pugna que brilla es la que protagonizan la combativa Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y el Movimiento Evita, que se muestra más dispuesto al diálogo, algo que se replica en varios distritos del conurbano. Es en esta atención, en esta voluntad de sumar que la gestión de Vidal parece está marcando diferencia. Pero hay más, hay dos gestos políticos fuerte que el gobierno está desplegando en medio de la crisis y que en algunos ámbitos son entendidos como complementarios de la actitud del gobierno nacional y en otros como antagónicos.

Por un lado, para adentro de la alianza de gobierno, la administración provincial da un rol nuevo al vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Salvador, que se mostró como comunicador de las definiciones que se cocina a fuego lento en las reuniones del gabinete del gobierno. Un protagonismo que hasta aquí el vice no había tenido.

No solo eso, sino que además Vidal se hizo un lugar en la agenda para recibir junto al Jefe de Gabinete, Federico Salvai, a intendentes del interior bonaerense, encabezados por el presidente del Foro de Intendentes Radicales, Miguel Gargaglione (San Cayetano) y el presidente del bloque de diputado Maximiliano Abad.

"Tenemos que estar cerca de la gente en este momento y seguir trabajando como un solo equipo Cambiemos, como lo hicimos desde el primer día", les dijo Vidal durante la reunión que duró unos 90 minutos.

Para afuera de la alianza, la mandamás provincial no puso mayores objeciones para que la Cámara de Diputados que conduce Manuel Mosca avance en un proyecto de ley que los bloque de la oposición, que incluye a UC-FPV, además del FR y el PJ-UyR, donde se plantea la Emergencia en Infraestructura Educativa. En la práctica, el proyecto estable elaborar un obras para mejora esta cuestión con participación de la legislatura tanto en su elaboración como en su ejecución. En definitiva dos gestos de apertura política que nadie parecía reclamar pero que en definitiva aparecen como una marca de distinción de la política bonaerense, acaso resistidos en algunas dimensiones.

Gran asado gran

Fue un poco de amor pero más que nada espanto. Un asado en Escobar fue la excusa para concretar uno de los reencuentros más esperados de la política bonaerense: el de Sergio Massa con los intendentes del PJ bonaerense.

Sergio Massa cenó con intendentes del PJ bonaerense para analizar la "preocupante situación del conurbano", según consignaron varios voceros del encuentro.

El tigrense compartió las conclusiones de su equipo económico, con el que se había reunido horas antes, con los intendentes Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gabriel Katopodis (San Martín), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Juan Zabaleta (Hurlingham), Gustavo Menéndez (Merlo), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Alberto Descalzo (Ituzaingó); además del dueño de casa, el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk. También estuvo el ahora diputado provincial Julio Pereyra, ex intendente y referente histórico de Florencio Varela, que además de sus responsabilidades territoriales también parece que está destinado a tener un papel cada vez más importante en la Cámara baja provincial.

Hubo varias coincidencias, por caso la "grave situación social" del conurbano. En el plano político, "hablaron del futuro" y "del camino de la unidad", siempre declamada aunque nunca del todo sellada.

La cena, en territorio de Ariel Sujarchuk, fue ganada por un análisis preocupante de la realidad económica del país y de la provincia.

Massa amaga por momento en perfilarse como un especie de vocero de los gobernadores en el plano nacional y efectivamente es un líder que puede terminar siendo útil para los intendentes del conurbano que estén dispuesto a construir una alternativa a Cristina Fernández de Kirchner, al parecer la figura que mejor le sienta la crisis, aunque desde el lado del tigrense también entiende que les ayuda. De hecho se entiende que el contexto fue el gran determinante de la reunión. Más allá de los dimes y diretes, y de las diversas hipótesis que se desplegaron, en firme, la idea que se sopesó como posibilidad de "acción conjunta", aunque no se terminó de resolver, fue la idea de desdoblar las elecciones distritales de las provinciales y/o nacionales.

Se trata de una vieja idea de Massa que podría ser útil para resolver algún problema práctico que se le puede presentar a algún intendente pero además de ser un cambio copernicano del proceso electoral. En el gobierno de Cambiemos no le cierran la puerta a la cuestión pero tampoco la termina de aceptar, se entiende que si el frente opositor cierra filas, el oficialismo tendría menos atajos para desestima la propuesta. Massa y el peronismo del conurbano lo analizan más desde el punto de vista de resolver una situación política electoral que les puede ser muy útil en la coyuntura más allá de un cambio estructural que sentaría las bases de una nueva relación política entre los distintos estamento del Estado.

Gas

Intendentes del conurbano dejaron fuertes planteos contra las empresas distribuidoras de gas y contra el Ente Regulador, ante la pretensión de obtener nuevos aumentos, del orden del 60 por ciento, a pesar de que no llevan a cabo obras en la red y de que no tienen controles respecto de sus márgenes de rentabilidad. También dijeron lo suyo funcionarios como el Defensor del Pueblo y hasta un ex ministro de Economía como Roberto Feletti. El jefe comunal de San Martín, Gabriel Katopodis, fue uno de los que solicitó exponer. Le exigió al Gobierno que "no aumente la tarifa y que deje de dañar a los argentinos". En un duro discurso, aseguró que el modelo macrista "terminó" y que sus políticas "no tienen nada bueno para ofrecerle a la Argentina".

También reclamó una tarifa PyME, la restitución de la Tarifa Social que eliminó el gobierno y que las empresas expliquen qué hicieron después de tres años con la plata que le sacaron del bolsillo a los usuarios.

Su par de Esteban Echeverría, Fernando Gray, también dejó durísimos conceptos: "Vivimos en un contexto de permanente incertidumbre económica y social", afirmó, y aseguró que "vecinos, comerciantes y empresarios no pueden prever lo que va a pasar la semana que viene".

En tanto que el defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino, insistió con los conceptos que vino manifestando a lo largo de la semana: "necesitamos construir paz social, discutir aumentos es irresponsable porque la gente no aguanta más", advirtió. "No pidan responsabilidad al laburante que no puede pagar la factura o que se endeudó para pagar la última boleta de gas", contrapuso.

Más dura fue la exposición de Roberto Feletti, ex ministro de Economía durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y ahora secretario de Hacienda de La Matanza. "No puede ser que una empresa, en la cara de las autoridades del ENARGAS, diga que le va a hacer pagar el costo de la devaluación a un usuario en 24 cuotas", se quejó.

Tras el encuentro, desde Ministerio de Energía que conduce Javier Iguacel informó que "el aumento final a partir de octubre en la factura de gas para los hogares, a igual consumo del año pasado, no superaría el 30 por ciento, por debajo de lo que se espera sea el alza del Índice de Precios al Consumidor de 2018".

No obstante, desde diferentes asociaciones de consumidores adelantaron que hoy darán una conferencia de prensa en la que pedirán la nulidad de la audiencia pública por el aumento del gas e informarán que la suba no es del 30% como publicaron algunos medios de comunicación, sino superior al 100%.

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