La gobernadora María Eugenia Vidal removió un tercio de la conducción de la policía bonaerense; horas después, al menos una persona ingresó al despacho de un fiscal e intentó ahorcarlo. Los dos hechos producidos en un mismo día y es imposible no relacionarlos.
En la mañana de ayer se conoció de forma sorpresiva la remoción de siete jefes de la Policía bonaerense. El dato se había filtrado, pero solo se supo de una eventual purga en la cúpula y nada más. Sin previo aviso, finalmente se supo que la gobernadora Vidal en una primera tanda removía a siete jefes.
En horas de la tarde, en la UFI Nº 4, donde trabaja el fiscal Fernando Cartasegna, al menos una persona ingresó y lo sujetó por la espalda, para luego maniatarlo con un cable e intentó ahorcarlo. Cartasegna estaba detrás de una pista en la causa “de los sobres”, por la que quedaron involucrados varios jerarcas de la policía de la departamental de La Plata. Uno de ellos apareció muerto en su celda, antes de que les concedieran la libertad condicional a todos.
Vidal lo sabe, también lo saben su ministro de Justicia Gustavo Ferrari y el flamante Procurador General de la Suprema Corte, Julio Conte Grand. Los tres funcionarios deciden por estas horas los pasos a seguir en torno a estas cuestiones: no son decisiones sencillas.
Que los senadores provinciales den hoy el primer paso legislativo para bajar las cuotas de los créditos hipotecarios, al quitar 6,5 puntos del impuesto a los Ingresos Brutos para esas operaciones bancarias o no bancarias, pasará desapercibido para la platea.
No pasó desapercibida la reunión que tuvo la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner con diferente políticos peronistas de la provincia de Buenos Aries en la tarde-noche del martes.
Entre los participantes del encuentro estuvieron intendentes de casi todos los distritos del Conurbano que gobierna el peronismo: Martín Insaurralde, Leonardo Nardini, Gustavo Menéndez, Verónica Magario, Walter Festa, Jorge Ferraresi, Mario Secco, Ariel Sujarchuk, Mariano Cascallares, Alberto Descalzo y Julio Pereyra. Y como no podía ser de otra manera, también estuvo el titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza.
En la reunión, Cristina Fernández no largó “prendas”, la gran duda que desvela a los principales referentes políticos del FpV-PJ es, como se sabe, si va a ser candidata, pues muchos descartan alternativas en el caso de que lo sea. La ven sólo como candidata en la provincia de Buenos Aires, último lugar donde jugó una candidatura distrital la ex presidenta. Fue en 2005 por la banca de senadores nacionales.
Como en toda reunión política siempre es oportuno reparar en quienes estuvieron presentes, pero por sobre todas las cosas quienes estuvieron ausentes, y en este caso puntual no importa si fueron o no invitados.
Nos encontramos con al menos cuatro intendentes ausentes de alguna relevancia en el contexto del Conurbano. Por un lado, se va a tener que seguir esperando la presencia del intendente de José C. Paz, Mario Ishii, o de Alejandro Granados, quienes en comunicaciones privadas están admitiendo que los números que exhiben las encuestas en sus distritos hacen que se produzca cierto acercamiento a los sectores más identificados con la ex presidenta. Dicen que en Ezeiza y Esteban Echeverría son los distritos donde mejor mide CFK. Y aquí aparece otro ausente, el intendente de Esteban Echeverría Fernando Gray.
Por último, tampoco estuvieron junto a la ex mandataria quienes están seguros de emprender un camino nuevo independientemente de la fortuna que pueden llegar a corren en los primeros movimientos. Están seguros de que tienen que emprender un nuevo camino de la mano de una definición de candidatos a través de las PASO, y en la primera tenida están dispuestos a correr la suerte de su candidato estrella, el ex ministro Florencio Randazzo. Se trata de los intendentes de Hurlingham, Juan Zabaleta, y el de San Martín, Gabriel Katopodis.
Aún resta por definirse los candidatos que presentarán todas las fuerzas políticas en La Plata. Uno de los distritos más importantes de la provincia por varias razones, pero los sectores afines al ex intendente platense Pablo Bruera comienzan a entusiasmarse ante la buena performance que tendría su hermano Gabriel en la interna del peronismo local, que estaría en un empate técnico con Cambiemos.
Según un relevamiento realizado en la ciudad, difundido profusamente, el actual concejal y ex diputado provincial Gabriel Bruera se alzaría con un triunfo al obtener el 14,7% de los votos, ubicándose a cuatro puntos por arriba de Florencia Saintout, otra de las anotadas de fuste en el peronismo local. Pero Saintout no es la única; otros dirigentes obtendrían 13,4 % medidos en conjunto, según el registro que resulta confiable para las tribus políticas que pululan por las diagonales.
Con 14,3% se ubicaría el eventual candidato de Cambiemos, Javier Mor Roig, generando un empate técnico con el bruerismo, aunque nada está definido en ese ámbito por ahora. En tercer lugar quedaría el tándem de José Artega (Frente Renovador) con 10,4% y Gastón Crespo (GEN) con el 5,1%.
Pero todo entra en el terreno de las especulaciones porque algunos consideran que esos números son una forma de responder a dos actos desarrollados en el Frente Amplio peronista, que conduce el ex ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación Julio Alak, el pasado fin de semana. Se expusieron 22 juntas promotoras del peronismo convocando a todos los espacios a seguir trabajando por la unidad y renovación.
“Es momento de abrir los brazos, recibir a los compañeros y compañeras de todos los espacios, acá no sobra ningún peronista” dicen que dijo el ex intendente platense a la muchachada que lo escuchó que comparte la idea que “el peronismo posee el 60 % del electorado y que la unión le devolverá al pueblo un gobierno que trabaje por la justicia social”, esbozada por Alak ante más de 300 cuadros políticos.
Los intendentes de Tigre y San Fernando, entre otros mandatarios del interior de la provincia, expresaron su apoyo al plan “Bajemos los precios”, propuesta elaborada por los equipos técnicos del FR y el GEN, además de acordar una agenda de trabajo en conjunto para la elaboración de una ordenanza que modifica en sus respectivos distritos la tasa de seguridad e higiene en los comercios minoristas y mayoristas, como complemento de esta iniciativa que tiene como objetivo bajar los precios de once productos de la canasta básica.
Durante el encuentro, los intendentes Julio Zamora y Luis Andreotti, de Tigre y San Fernando, respectivamente, coincidieron con respecto a la necesidad de bajar el precio de los alimentos de la canasta básica; tales como el pan, arroz, harina de trigo, fideos, papa, azúcar, carne, huevos, leche, aceite y yerba; estableciendo la eliminación del IVA, límites y penalizaciones a prácticas abusivas, según se explicó en esta últimas horas. Además, la idea massista es mantener los precios estables hasta marzo de 2018, lo que permitiría un ahorro de hasta $ 802 en una familia tipo.
Al respecto, Julio Zamora sostuvo que “estuvimos reunidos los intendentes y conversamos sobre la propuesta que tiene que ver con la creación por ley de un régimen de monitoreo de la canasta básica, teniendo en cuenta que en los últimos 16 meses los precios aumentaron un 48%, lo que habla de un castigo en los bolsillos de los trabajadores y de un castigo a los bolsillos de los sectores populares, por eso nuestro espacio ha presentado esta iniciativa, con el fin de proteger a esos bolsillos”.
Luego de quince meses de negociaciones, el intendente de Pilar, Nicolás Ducoté, firmó el primer Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) de los trabajadores municipales en el distrito, a través del cual los empleados tendrán mayores beneficios y el Ejecutivo se compromete a cumplir con una serie de obligaciones establecidas en el acuerdo.
El jefe comunal selló el acuerdo con los representantes de los gremios que nuclean a los trabajadores comunales como el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Pilar (STMP), Luis Molina y el secretario general de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO), Héctor Rubén García.
El convenio establece beneficios a los que acceden los empleados a partir de ahora como un plan de “carrera transparente y previsible”, la creación de una guardería donde poder dejar a sus hijos durante el horario de trabajo, un predio recreativo e incluso un geriátrico gratuito para los jubilados municipales.
Pero más allá de este acuerdo distrital, el punto es que lentamente los trabajadores municipales van alcanzado convenios colectivos de trabajo en diferentes municipios, que ya suman 45, y de esta forma empiezan a ver ejecutada la nueva ley que los regula, la Ley 14656, que con la gestión de Vidal comenzó a tallar en la relación de los empleados municipales y los departamentos Ejecutivos locales. Una normativa largamente reclamada por los trabajadores del sector.
Pero en este transitar, que es “despacito y por la costa como sulky sin patente”, según grafican, se han encontrado con algunas sorpresas, por caso, el hecho que los intendentes peronistas “son los más remisos” a prestarse a firmar los convenios colectivos con los trabajadores, contrariamente a lo que ellos suponían, en un principio. “Hay una concepción ideológica que los bloquea”, deslizaron desde los gremios.
Además, ya hay lo que se podría denominar una porfía “de fondo” entre los gremios y un intendente de origen peronista entre los distritos denominados grande de la provincia. Ambos bandos, gremio e intendente, están firmes en sus posiciones, pero no se vislumbra la firmar del convenio colectivo de los empleados municipales. Se trata del distrito de Avellaneda que conduce el intendente Jorge Ferraresi.