En medio de la negociación por el Presupuesto, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal mostró sensibilidad ante algunos planteos y ahora espera la respuesta política en la Legislatura.
Mientras la primera línea del gobierno que encabeza Vidal sigue tratando de encontrar la lógica de la complejidad que implica gobernar la provincia, el Ministerio de Trabajo que encabeza Gabriel Villegas entro en escena y ratificó un rumbo que estaba presente en los discursos de los principales operadores y de la propia gobernadora.
Quienes empiezan explicar las características de María Eugenia Vidal advierten que la gobernadora es así como se ve en la TV, el discurso público es igual que el privado de gestión: "No tiene vueltas, es simple", ratifica un alto funcionario bonaerense.
"Este gobierno no viene a quitar derechos", ha dicho la gobernadora en público y en privado, y esa "es la lógica que siguió el ministro (Marcelo) Villegas", ratificó uno de los cuadro funcionario provinciales que por el momentos tienen la responsabilidad de "comunicar además de gestionar".
El ministro de Trabajo dejó sobre el escritorio de la gobernadora, luego de buscar un acuerdo entre representantes gremiales e intendentes, la posibilidad histórica de que por primera vez en la haya convenciones colectivas de trabajo para los empleados municipales.
Vidal tendrá que corregir, no suspenderá la aplicación de la ley 14.656 de Paritarias Municipales, tal como sostenía en un decreto remitido a la Legislatura para ser refrendado, tendrá que conformar un Consejo de Empleo Municipal y sí se prorrogará la aplicación de la sección tercera de la norma para que los intendentes avancen en marcos jurídicos que se correspondan con lo que establece la normativa provincial.
Ese fue el primer gesto del gobierno que esperaban muchos para darle impulso a otras conversaciones desplegadas para encontrar el "equilibrio político" que muchos entienden resulta imprescindible para gobernar el principal distrito del país.
Así, mientras las negociaciones prosiguen entre los ministros, el de Economía, Hernán Lacunza, pero sobre todo el de Gobierno, Federico Salvai, y la comisión negociadora del FpV, integrada por intendentes y legisladores, un sector importante de diputados y senadores peronistas ya habría decidido dar el número necesario para que la gobernadora María Eugenia Vidal tenga Presupuesto propio en su primer año de gobierno.
Las negociaciones se extendieron hasta la noche y proseguirán en horas de la mañana, pero el dato político que se dio a conocer en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires es que en principio, un sector de no menos de 16 diputados del FpV están dispuesto a votar favorablemente el Presupuesto General de Gastos y Recursos y el correspondiente endeudamiento si se sella un acuerdo con los 55 intendentes del espacio.
"El endeudamiento es importante, pero es el blanqueo de una situación que los anteriores gobiernos vinieron pateando para adelante por compromisos políticos. Nosotros tenemos la obligación política de blanquear la situación", dijo un hombre del Ejecutivo que se dio una vuelta por la Legislatura.
En la negociación, las cifras de los permisos de endeudamiento provincial y las de un fondo especial para municipios ocupan buena parte de las conversaciones. También la forma en que estos últimos fondos se repartirán entre los municipios. Desde el gobierno provincial se trata de direccionar esos fondos a seguridad y obras, los intendentes reclaman para otras necesidades.
En las negociaciones se desecharon varias propuestas, pero por estas horas las cifras sobre las autorizaciones de endeudamiento giran en torno a los 60 mil millones, incluyendo en ese total el fondo especial de 10 mil para los municipios, el reparto será por CUD y habrá fondos de libre disponibilidad.
En este contexto, tal vez el testimonio más valioso es el del intendente de Moreno, Walter Festa, un muchacho camporista que tiene la responsabilidad de gobernar, y gobernar un distrito de herencia complicada, que encontró con poca plata en caja y muchos compromisos que enfrentar.
Festa tiene lazos políticos profundos con el sector del bloque diputados del FpV que más resiste un entendimiento con el Ejecutivo, pero poco más de 40 mil pesos encontró en la cuenta del municipio cuando asumió. En contraste, el intendente Leonardo Nardini, de Malvinas Argentinas, tiene depositado seis masas salariales en la cuenta oficial del municipio.
Festa aseguró que "por supuesto queremos que sea lo mejor para todos, pero también que sea claro el endeudamiento que pretende la gobernadora, en qué se va a invertir". A lo que agregó: "nosotros obviamente necesitamos de la aprobación de ese Presupuesto, pero no podemos rifar el futuro de la provincia de Buenos Aires".
Algo distante es la postura de los senadores del bloque del Partido Justicialista que conducen el matancero Daniel Barrera y Patricio García, integrado entre otros por el senador de San Martín Fernando Moreira, y de Merlo Alejandro Urdampilleta, que expresaron directamente "el apoyo a los intendentes" y que "acompañarán el acuerdo que se logre con el gobierno de la provincia de Buenos Aires para beneficio de los 135 municipios".
Las conversaciones políticas dentro del FpV no están saldadas. Experimentados operadores legislativos le aportaron racionalidad al debate y aclaran que la jugada no es un ordenamiento para votar una ley, sino el comienzo de algo que irá "conformándose con el devenir de los tiempos".
Además, los intendentes quieren evitar los daños colaterales que implique el entendimiento o al menos no aparecer como los responsables de una división formal de la bancada que hasta aquí se mantuvo unida.
Pero en la negociación hay una oposición que está dando los primeros pasos y también está el oficialismo que apenas empieza a caminar. Y el oficialismo también empieza a mostrar sus fisuras.
Por un lado en la Cámara baja está claro que el massismo es parte del oficialismo y un poco el que lleva las riendas de esa otra negociación que está en paralelo a la que podríamos identificar con la "Ejecutiva", que es el acuerdo parlamentario, la negociación legislativa que se despliega desde la presidencia de la Cámara que ocupa el diputado massista Jorge Sarghini.
Pero además está el bloque de Cambiemos, donde conviven republicanos, radicales y lilitos, y allí también los liderazgos están en disputa, por no decir que los intereses, en ocasiones, están enfrentados.
Cómo se explica sino que en medio de las negociaciones del oficialismo con la oposición, diputados y senadores provinciales de la UCR, que integran los bloques Cambiemos se reunieran con el vicegobernador de la provincia Daniel Salvador para dialogar "sobre diferentes temas de gobierno, entre los que se destacan las delegaciones de las reparticiones provinciales y nacionales en los diferentes distritos bonaerenses".
RoscaEl intendente de Lanús, Néstor Grindetti, y su par de Quilmes, Martiniano Molina, encabezaron un "almuerzo de trabajo" que contó con la participación de cinco jefes comunales de la tercera sección electoral y tres legisladores provinciales de Cambiemos de la región.
"Fue una reunión muy positiva, donde todos pudimos intercambiar opiniones, plantear cuestiones comunes y efectuar propuestas para mejorar la calidad de vida de todos los vecinos", manifestó Grindetti, para cumplir con la formalidad.
En ese sentido, remarcó la importancia de gestionar para lograr un Estado presente en toda la provincia de Buenos Aires. "No sólo apuntamos a describir problemas, sino que además, con este tipo de iniciativas, también buscamos llevarle soluciones a la gobernadora María Eugenia Vidal", subrayó.
Durante la jornada, que remarcaron se repetirá a lo largo del año, los presentes abordaron temas tales como la inseguridad, el estado actual de los respectivos municipios y la gestión de los residuos sólidos urbanos, entre otros.
Además de los intendentes de Quilmes y Lanús, estuvieron el de Lobos, Jorge Etcheverry; Magdalena, Gonzalo Peluso; Brandsen, Daniel Cappelletti; San Vicente, Mauricio Gómez y los senadores provinciales Lorena Petrovich, Walter Lanaro y el vicepresidente de la bancada de Cambiemos, el quilmeño Eduardo Schiavo.
El objetivo político también apareció a poco de andar: los dirigentes saben que tienen que mostrar gestión, pero además penetrar en un electorado que les resultó esquivo en varios distritos, aunque no fue poco lo que consiguieron. "Vamos por más", ratificó un participante.