Durante el reconocimiento como Personalidad Destaca de la Cultura porteña otorgado a Las Heras, el campeón mundial contó una historia personal conmovedora.
Cuando en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, Antonio Las Heras fue designado por unanimidad de los legisladores– “Personalidad destacada en el ámbito de la Cultura”, uno de quienes subió al estrado para referirse al homenajeado fue el notable boxeador Sergio Maravilla¨ Martínez. Como es de suponerse, su presencia generó gran expectativa.
¿Qué habría de decir el ex campeón mundial de box sobre el doctor Las Heras? Y fue así como develó la forma en que Las Heras lo había ayudado en sus tiempos juveniles. un dato del exitoso campeón mundial que nunca habían tomado estado público.
Ante un total silencio, en la colmada sala San Martín de la Legislatura porteña, Maravilla señaló: “para mí es un verdadero placer y un verdadero honor estar aquí compartiendo un momento tan especial y tan bonito, habida cuenta de los méritos que tiene el Antonio Las Heras. Es un verdadero grande en todo sentido.”
“Podría decir muchas cosas –siguió expresando–, pero si tengo algunas para recordar y tuve la fortuna de poder decírselas, es que allá por el año 1984, cuando yo tenia entre 8 y 9 años recuerdo haberlo visto en un programa de TV… en la legendaria mesa de Mirta Legrand. Lo escuché hablando y me pareció atrapante lo que decía con respecto a los poco convencional del mundo en el que vivimos, de las cuestiones paranormales; me pareció tan atrapante.. yo era muy pequeño, pero me acuerdo que me quede frente al televisor y me decía guau.. este hombre que grande… que hace algo que a mí me apasiona… y lo hace sobre todo él con mucha pasión.”
“Desde allí empecé a seguirlo -agregó Maravilla Martínez– y empecé a leer sus notas en la revista Semanario. Sin lugar a dudas, era mi influencer. Día a día, lo que Las Heras decía en radio o televisión o escribía en diarios y revistas, a mí me marcó. Y lo que le dije es gracias por haberme educado, por que él fue parte de mi educación. Gracias a Antonio empecé a agarrar libros, revistas y a inmiscuidme en detalles que no me hubiese imaginado nunca, como lo es –sobre todo– a mirar en mi interior. Y descubrí que pasa el tiempo pasan los años y Antonio esta cada día mejor, esta cada día más joven, yo sigo creciendo".
Y el campeón mundial concluyó: "Pasaron más de 40 años desde la primera vez que lo vi y Las Heras sigue tan vigente como siempre y hoy en día tengo la fortuna de decir cuento con la cercanía de el por qué es un gran profesional, un gran filosofo, una persona extraordinariamente inteligente; todo un intelectual pero –sobre todo– un gran amigo.”