El viernes pasado Futbolistas Argentinos Agremiados salió otra vez a la superficie y anunció un cese de actividades considerando que “no se encuentran dadas las condiciones para dar comienzo a la segunda parte de los torneos organizados por AFA”, sorprendiendo a propios y extraños. En momentos en que la casa mayor del fútbol argentino realizaba su asamblea para empezar la normalización institucional y cuando el Gobierno Nacional ya había anunciado que en los próximos días estará acreditado el dinero de la rescisión del contrato de TV para que sea utilizado por los clubes para que se pongan al día con los sueldos de sus futbolistas. “Acá hay una movida política más que una decisión de defender a sus afiliados”, bramó un dirigente cuando en el predio de Ezeiza donde se realizó la asamblea se enteró de la noticia. “¿Ahora que está todo listo para arrancar y cuando estamos por recibir la plata del gobierno salen con esto?rdquo;, se preguntó enseguida antes de enumerar que desde hace tiempo hay muchos planteles (desde a primera división hasta la última categoría profesional del ascenso) que se las ven en figurillas para cobrar los sueldos atrasados. Otro dirigente que lo acompañaba, más “punzante”, recordó que con el nuevo contrato que firmarán por los derechos de TV se termina el 2 por ciento destinado a la Mutual de los Futbolistas, una caja que el año pasado quedó en el centro de la escena y fue motivo de una investigación judicial.
Durante el fin de semana desde la dirigencia de Agremiados comenzó la convocatoria a una asamblea de capitanes para este semana, cuando pasen los dos días de feriado por carnaval. Pero también empezó a palparse que, lejos de ser insolidarios o egoístas, muchos futbolistas están en desacuerdo con que siga parada la pelota, por cuestiones profesionales (ya están hartos y hasta desmotivados de entrenar y jugar amistosos sin saber cuándo arranca la actividad oficial) y también pensando en que es necesario que gire la rueda de la maquinaria para producir ingresos, de los que se valen también muchos trabajadores vinculados indirectamente al espectáculo del fútbol.
Lo cierto es que el paro anunciado por Agremiados pegó justo en una semana hábil muy corta por los feriados, donde puede darse que la transferencia del dinero del gobierno a la AFA y de la AFA a los clubes no llegue en tiempo y forma para cancelar los 260 millones que reclama el gremio de los Futbolistas por sueldos atrasados y por ende está seriamente amenazado el comienzo del fútbol el próximo viernes.
El viernes Futbolistas Argentinos Agremiados anunció un “paro con retención de actividades” de sus afiliados al considerar “que no se encuentran dadas las condiciones para dar comienzo a la segunda parte de los torneos organizados por AFA”.
El sindicato que conduce Sergio Marchi explicó que sus afiliados “no participarán en encuentros oficiales”, lo que justifica que durante el fin de semana se hayan disputado partidos de carácter amistoso con la organización de un evento oficial (Colón vs. Boca, San Lorenzo vs. Gimnasia).
También el gremio reclamó a la AFA que “retenga y garantice 260 millones de pesos para proceder a la cancelación de los salarios adeudados” a los jugadores de distintas categorías.
Además convocó a los capitanes de los planteles a una asamblea que se realizaría el próximo miércoles, donde de acuerdo a la línea que bajó el gremio decidirán que los campeonatos no se reinicien este fin de semana si no están canceladas las deudas.
El gobierno se comprometió a girar 390 millones de pesos por la rescisión del contrato del programa Fútbol para Todos para que la AFA los tenga en su cuenta el próximo miércoles o jueves y luego los derive a los clubes.
El viernes está previsto que con dos partidos se reinicie el torneo de primera división y también hay programados partidos del ascenso. ¿Podrán solucionar todo y saldar las deudas con los planteles para que el gremio autorice la vuelta del fútbol de manera oficial?
Muchos ven en este paro de Futbolistas Argentinos Agremiados una movida de Sergio Marchi para reposicionarse. El gremio, con el nuevo contrato de TV, perderá la caja del 2 por ciento para la Mutual del futbolista que el año pasado quedó bajo sospecha e investigación judicial.
Otra fuerte crítica para el gremio es que no movió un dedo por sus afiliados en toda la temporada. Hay planteles de primera división por ejemplo que hace tiempo que no cobran sus sueldos. Y Agremiados no dijo ni mu.
El eterno dirigente de Agremiados admitió que muchos planteles todavía no cobraron sueldos del año pasado. ¿Por qué el gremio no los apoyó en el reclamo con una huelga en el comienzo de esta historia?
Escucho que vuelve el fútbol y todavía hay planteles que no cobraron lo correspondiente a 2016”, había advertido hace diez días Sergio Marchi, el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, y la frase aunque fue un anticipo de la huelga que decidió el gremio el viernes pasado, naturalmente se le vuelve en contra con un búmeran porque hoy todo el ambiente del fútbol se pregunta por qué no lanzó un paro el año pasado cuando había planteles que ya no cobraban sus sueldos.
Lo concreto es que Sergio Marchi volvió al centro de la escena, pero también de las fuertes críticas. Por un lado debido a que lleva dos décadas al frente del gremio a pesar de haber sufrido un importante descrédito (en Santa Fe le adjudican el descenso de Colón en su momento porque el gremio los indujo a los jugadores del sabalero a no presentarse en un partido y lo perdieron, puntos claves que luego determinaron la pérdida de categoría). Y segundo porque lanzó el viernes pasado un paro cuando muchos de los afiliados a su gremio piden a gritos la vuelta del fútbol. para poner otra vez en marcha la maquinaria de ingresos, pero también porque están hartos de entrenar y jugar partidos amistosos sin saber cuándo empieza la competencia oficial.
“No hay deuda promedio entre los clubes. Obviamente la deuda más grande está en Primera División, pero el mayor problema lo tiene el ascenso que si pasan dos meses sin cobrar pasás necesidades”, fue otra reciente definición de Sergio Marchi. Corroborada por Luciano Goux, jugador de Defensores de Belgrano, quien admitió con crudeza: “Hay muchachos que no tienen para pagar el alquiler y ni siquiera para cargar la tarjeta SUBE para ir a entrenar”.
De todas maneras tanto jugadores de primera como del ascenso no han dejado de señalar que quieren que vuelva el fútbol, incluso por los hinchas y los trabajadores que viven indirectamente de la actividad. Pero justo cuando está todo listo para que ruede la pelota, Agremiados lanzó un paro.