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El delantero se resintió de una contractura cervical que lo mantiene en duda para el partido de pasado mañana contra Emelec de Ecuador, por los octavos de final de la Copa Libertadores. Si no juega, va Nicolás Reniero.
En San Lorenzo no sobran los delanteros y encima, en el amistoso internacional del sábado contra Peñarol, su principal goleador se resintió de una contractura cervical. Por ese motivo, la presencia de Nicolás Blandi en el partido de vuelta del jueves ante Emelec (en Guayaquil los cuervos ganaron 1 a 0), en el cual estará en juego el pasaporte a los cuartos de final de la Copa Libertadores, no está asegurada.
De todos modos, más allá de la aparición fulgurante de su tocayo Reniero frente a los uruguayos, Diego Aguirre esperará al flamante capitán del Ciclón hasta última hora, sabiendo que sin su presencia el potencial ofensivo del Ciclón queda muy disminuido.
Antes del entrenamiento matinal de hoy, el doctor Alberto Rovira, facultativo que atiende al plantel azulgrana, evaluará a Blandi para constatar su evolución y definir como sigue la situación del delantero. Es decir, si continúa el tratamiento kinésico o si puede sumarse a la actividad del plantel.
La importancia de Nicolás Blandi en San Lorenzo quedó plasmada con los 22 goles que metió en los 41 partidos que disputó en la temporada pasada, divididos de la siguiente manera: Torneo de Primera 11/23, Copa Argentina 3/3 y Copa Libertadores y Sudamericana 8/15.
En el peor los casos, léase que Blandi no pueda jugar ante los ecuatorianos, su lugar en la delantera será ocupado por Nicolás Reniero, su reemplazante en el partido ante los carboneros y que en quince minutos facturó por duplicado.
El Príncipe Reniero es una de las apuestas jóvenes de San Lorenzo para este segundo semestre, que viene pidiendo pista. Pero para un partido definitorio de copa la experiencia cotiza en alza y Nico Blandi es el que mejor la encarna.i
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