Después de que fue detenido dos veces y deportado del país oceánico antes del primer Grand Slam del año, Djokovic competirá en el torneo de la ATP 500 de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos.
"Estoy entusiasmado de salir a la cancha el próximo lunes", dijo el número uno del mundo al responder cómo se siente con todo los vericuetos de la disputa legal sobre su ingreso a Australia.
"Extraño al tenis honestamente después de todo lo ocurrido", admitió en Dubái, donde el gobierno no requiere que los visitantes estén vacunados para ingresar.
Esta semana, Djokovic reiteró su decisión de seguir sin vacunarse, y confesó a la BBC que prefiere saltarse el Abierto de Francia, Wimbledon y otros torneos si requieren que se vacune contra el coronavirus, privilegiando su decisión de elegir qué ponerse en el cuerpo.
Mientras caminaba este jueves por un pabellón de la Expo Dubái rodeado por periodistas, los aficionados aplaudían y coreaban "¡Nole, Nole!", su sobrenombre. Djokovic posó para fotos con los seguidores y caminó por el pabellón de Serbia en la feria, días antes de salir a la cancha.
El pabellón fue anfitrión de un evento de su fundación que trabaja con niños, donde reconoció que a veces es difícil mantenerse involucrado tanto como desea debido a su calendario de torneos.
Portando una camiseta blanca y una máscara negra con el logotipo de la fundación, Djokovic le dio palmadas a los niños y asintió de forma alentadora al escuchar en la presentación multimedia sobre las empresas que están surgiendo en Serbia.