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El equipo de Florencia Varela se impuso en el Libertadores de América por 1 a 0 y así dio un paso adelante en sus aspiraciones de acceder a la próxima edición de la Copa Sudamericana. Mariano Bareiro, a los 11 minutos del segundo tiempo, anotó el únigo grito de la noche. Para los de Holan, un retroceso en sus pretensiones de acceder a la Libertadores del año que viene.
El primer tiempo tuvo una intensidad importante pero lejos estuvieron ambos de generar situaciones de riesgo extremo. Hubo acercamientos en ambos lados aunque los arqueros no realizaron grandes intervenciones. La primera de riesgo del Rojo se dio a los doce minutos cuando después de una secuencia de toques la pelota derivó hacia la izquierda y Juan Sánchez Miño terminó rematando fuerte y cruzado para que su disparo se fuera apenas al lado del palo. Defensa merodeó el área de Martín Campaña sin acercarle el peligro necesario.
Los cambios de ritmo se pudieron apreciar, la tenencia del balón fue propia del Rojo y fue también el equipo que realizó más pases para poner a jugadores en situación de gol. En una de esas jugadas se generó un tiro libre por izquierda y a los treinta y cuatro Maximiliano Meza castigó directo al arco y Luis Unsain respondió bien con los puños. Para el Halcón no hubo una jugada puntual porque en cada arresto falló en la puntada final o se encontró con un cierre de Alan Franco, lo mejor de la defensa.
En el inicio del complemento si Horacio Tijanovich no demoraba tanto la visita hubiera abierto el marcador pero tardó y lo comieron.
A los once llegó la apertura del marcador. Una falta tonta de Fabricio Bustos a Tijanovich originó un tiro libre desde la izquierda. Tomás Pochettino castigó duro la respuesta de Martín Campaña fue floja y como dio un rebote peligroso apareció Mariano Bareiro para anotar el primero. Nuevamente el arquero uruguayo fue cómplice en el gol como le sucedió ante Corinthians por la Libertadores.
Con el gol Independiente se desordenó como le suele suceder cada vez que está abajo en el marcador. Defensa movió las piezas para darle lucha los últimos minutos. El Halcón mordió en todo el terreno y estuvo cerca de asegurar la victoria pero la falta de precisión en los últimos metros conspiró para lograrlo. El Rojo confió todo al ingreso de Fernando Gaibor pero el ecuatoriano lejos estuvo de poder manejar la pelota y ser conductor por lo que ya no hubo manera de resucitar a un Diablo que no estuvo en partido nunca durante el complemento.