El superclásico que definirá al nuevo campeón de América comenzó su semana con la misma intensidad que encaró el fin de semana. Los presidentes de Boca y River -Daniel Angelici y Rodolfo D´Onofrio, respectivamente-, se reunirán este mediodía con el titular de la AFA, Claudio Tapia, para que este interceda ante Conmebol, entidad que además preside, y los partidos finales previstos para el sábado, pasen a los domingos y por la noche.
De esta manera, los mandatarios intentarán que el cambio que consideran arbitrario -Conmebol pasó los partidos de miércoles a sábado, sin consultar con los protagonistas- se ajuste a las pretensiones de los protagonistas. La idea es que se juegue los domingos 11 y 25, en lugar de los sábados 10 y 24.
El pedido de los dirigentes va a contramano del ya realizado por la Superliga, que la semana pasada cursó una carta a la AFA para que sea reenviada a la Conmebol, en la que la entidad de Puerto Madero manifestaba su malestar por la superposición de las finales con el torneo local.
La idea de D’Onofrio y Angelici es que además el partido no se juegue por la tarde, sino a partir de las 21 y sin público visitante. Pese al pedido inicial del presidente Mauricio Macri de que se jugara en ambas canchas con público de los dos equipos, el gobierno dio marcha atrás con la idea y serán los clubes quienes formalmente rechacen la posibilidad y cada estadio contendrá exclusivamente simpatizantes locales.