El ganador de la Polla de Potrillos (G1) del año pasado, se impuso en la prueba principal de la gran jornada del 1 de mayo en el Hipódromo de Palermo. Contuvo en gran final a Mezzopiano.
Con clase y coraje, El Kódigo (Equal Stripes) brilló una vez más en la alfombra dorada del Hipódromo Argentino de Palermo, como lo había hecho en septiembre del año pasado al adjudicarse la Polla de Potrillos (G1). En esta oportunidad volvió a las carreras de fondo y se impuso con lo justo al ascendente Mezzopiano (Daddy Long Legs) para adjudicarse el Gran Premio República Argentina (G1-2000 metros).
Conducido por Gustavo Calvente, el representante de la caballeriza Juan Antonio mostró su mejor versión tras reprisar sobre 1800 metros en una común para ganadores plurales, oportunidad en la que también se había topado con su ocasional escolta al que esa vez postergó por el pescuezo, el mismo margen por el que se impuso en esta oportunidad.
Si bien participaron muchos más caballos, la carrera fue un calco de la anterior en la que el pupilo de Juan Franco Saldivia regresaba a las pistas tras llegar segundo de Ever Daddy (Daddy Long Legs) en el Gran Premio Nacional (G1-2500 metros) de 2023.
El ganador vino en mitad de lote aunque no muy lejos de la punta y en la recta se largó a correr. Su jinete lo llevó a media cancha para que atropelle cómodo y en los 350 pasó a dominar para en el cierre contener la carga del defensor de la caballeriza Etoile, que volaba y lo escoltó desde cerca 1’58”26/100.
“Nunca tuve miedo de la victoria, sabía lo que tenía abajo: un caballo muy guapo, de gran corazón, que nunca se entrega”, señaló Gustavo Calvente tras la competencia.
Cuarta victoria en siete entregas para El Kódigo, segunda de tinte jerárquico y de grado máximo. Nunca bajó del marcador, no desentonó en ninguna de las carreras de la Triple Corona de su generación, y parece listo para seguir sumando.
Más relajado que nunca, Labrado (Le Blues) se quedó con el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (G1-1000 metros), ese que se le había negado por muy poco el año pasado ante la campeona uruguaya Girona Fever (Texas Fever).
A diferencia de otras actuaciones, el representante del stud Don Ariel salió mucho más tranquilo y accionó unos cuatro cuerpos por detrás de Marshall Patrol (Violence) y El Fruto (Il Campione), que se disputaban la vanguardia con leve ventaja sobre Arellano (Angiolo), el gran favorito que esta vez no fue de carrera.
De a poco, Wilson Moreyra fue arrimando al vencedor, que se puso a correr de lleno en los 400, emparejó en los 200 y de ahí hasta el disco estiró medio cuerpo de ventaja sobre El Fruto al cabo de 54"57/100.
Fue la décima victoria del pupilo de Ángel Bonetto en catorce salidas a pista, la novena dentro del terreno jerárquico y la quinta de grado máximo. Se reencontró con la victoria tras casi medio año este zaino que recuperó la corona de los veloces merecidamente. Nunca bajó del podio, redondeando hasta el momento una campaña espectacular.
En el Gran Premio Criadores (G1-2000 metros) prevaleció Che Evasora (Greenspring), que en violenta atropellada derrotó por medio cuerpo a la puntera Hawaiian Love (Hurricane Cat) en 2'13/100.
La pupila de Marcelo Sueldo sufrió un inconveniente a poco de largar y por ello vino lejos, con Jorge Luis Peralta poniéndola de a poco. Ingresó a la recta pegada a los palos con un malón por delante y por ello su jinete demoró en sacarla del andarivel interior.
Lo hizo cuando Hawaiian Love había resuelto su duelo con Garota Love y se iba a la victoria, pero surgió con una fuerza inusitada la de la caballeriza Montana para pasarla de largo en los 100 finales y establecer una leve diferencia.
Sexta victoria en 23 salidas para la criada por Patricio Losinno, que tuvo dos premios extras: el Campeonato Palermo de Oro y una invitación para la Breeders' Cup Distaff a correrse en Estados Unidos en el mes de noviembre.
Con una gran labor de Martín Valle, quien disfrutó de una jornada soñada, El Éxito (Il Campione) se quedó con el Gran Premio de las Américas OSAF (G1-1600 metros), una de las pruebas más importantes dentro de las carreras de la media distancia.
El representante de la caballeriza F. Enrique, que entrena José Cristóbal Blanco, no la tuvo fácil, ya que, tras accionar en mitad de lote, quedó encajonado al ingresar a la recta final. Sin embargo, en una hábil maniobra su jinete halló el hueco y lo puso a atropellar de firme para pasar a dominar a dos cuadras de la línea de sentencia y contener sin problemas la larga atropellada de Comando Secreto (War Command) que lo escoltó desde dos largos al cabo de 1’33”22/100.
En la prueba reservada para potrillos de la generación nacida en 2021, impuso condiciones Holy Joy (Fortify), un defensor del Haras Firmamento que superó por un cuerpo a Que Tarde Gris (Il Campione), el hermano materno de Madonna Benois (Angiolo), que cargó fuerte en el final. Tercero terminó Es Mío (Dabster), que tardó mucho tiempo en largarse a correr, y cuarto Vivante (Lizard Island). Todo en 1'28"31/100.
Fue la segunda victoria de su campaña en tres presentaciones, la primera de tinte jerárquico tras salir de perdedor. Con Martín Valle en su montura, el pupilo de Alfredo Gaitán Dassié vino acosando al puntero desde el vamos y lo dominó a 300 metros del disco para luego mostrar coraje y contener a sus escoltas que vinieron fuerte desde más atrás.
La potranca Ooty (Dabster) mantuvo el invicto y se lo quitó a Dulce Despertar (Fortify), segunda a media cabeza en una intensa definición del Gran Premio Jorge de Atucha (G1-1500 metros).
La representante del stud haras Al Adiyaat vino siguiendo a quien luego sería su escolta, la emparejó en los 300 y de ahí hasta el disco luchó para sacar una exigua diferencia al cabo de 1'28"12/100. Juan Carlos Noriega se lució en la montura de la pupila de Roberto Pellegatta.