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Marcos Rojo falló un disparo desde los doce pasos y en la jugada siguiente debió abandonar el campo entre lágrimas por un fuerte dolor en su rodilla derecha.
Marcos Rojo pasó de estar a punto de llevar a Boca un momento culminante a vivir un minuto fatídico en la cancha de Sarmiento de Junín. Es que el defensor tuvo la chance de abrir el marcador de penal, pero falló, y en la jugada siguiente sintió un dolor en la rodilla derecha por un mal movimiento y tuvo que salir desconsolado.
El trago amargo del zaguero arrancó a los 25 minutos, cuando Sebastián Meza le contuvo con los pies el tiro castigo luego de una falta que el propio arquero le había cometido al juvenil Luca Langoni.
Segundos después, diluido el córner y con Boca en retroceso, Rojo intentó recuperar una pelota dividida, pisó mal y terminó cayéndose solo. Inmediatamente ingresó el cuerpo médico del Xeneize y retiró al defensor en camilla dado el fuerte dolor que sentía en su pierna.
Rojo, que volvía tras cuatro partidos ausentes por una lesión muscular en el sóleo de la pierna derecha, salió del campo del Estadio Eva Perón desconsolado.
En las próximas horas el exjugador del Manchester United será sometido a estudios para determinar la gravedad de la lesión. Por el momento, todo indica que se trata de un esguince o una lesión en los ligamentos por lo que se perdería la recta final del campeonato, y lo que le resta al equipo en la Copa Argentina.
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