Dos jugados, dos perdidos. Y ni siquiera la vuelta al fútbol oficial de Juan Sebastián Verón, después de dos años, pudo torcer la realidad de Estudiantes en la Copa Libertadores, porque más allá de sus ganas, no encontró la brújula anoche ante un Barcelona que no le perdonó las fallas; tras una salida en falso de Andújar, Mena Palacios puso el uno a cero, y Nahuelpán selló el resultado en el final. Fue expulsado Dubarbier.
En el amanecer del partido, cada uno expuso sus ambiciones, porque Estudiantes se paró en el campo rival, asfixiando la salida de Barcelona, mientras que la visita buscó hacerse fuerte con una sólida estructura defensiva, pero sin regalar la pelota, porque cada vez que consiguió un poco de aire, buscó la triangulación para llegar con claridad, vía el contraataque, a Mariano Andújar.
Así, con Verón como titiritero, apostado en la posición de doble cinco, para lanzar pelotazos hacia los costados o para animarse, al mismo tiempo, a sorprender con su pegada al arquero Banguera, el Pincha tuvo diez minutos a todo tren, en los que le bombardeó el área a Barcelona, pero sin ser preciso en el último toque. Y en visita, la prioridad fue tratar de disimular la ausencia del uruguayo Jonathan Alvez, su gran figura, que no pudo viajar por un problema legal, y le cedió la posición de atacante central al arquero cabezazo Nahuelpán, quien se las ingenió para complicar a los centrales de Estudiantes.
Entonces, a medida que fue perdiendo claridad y precisión en los metros finales de la cancha, Estudiantes empezó a concentrar sus energías ofensivas en las acciones de pelota parada, por los centros picantes de Verón o los envíos, con rosca, de Dubarbier, y así las mejores situaciones del primer capítulo tuvieron a Leandro Desábato como protagonista. Mientras tanto, de a poco Barcelona fue tomando valor, para poner en aprietos a Andújar.
Y como si algo le faltaba a los nervios de los hinchas del Pincha, en el arranque del complemento Barcelona se adelantó en el marcador con una jugada de laboratorio: centro desde la izquierda, Andújar falló en el puñetazo y Jefferson Mena Palacios la empujó al gol.
Y para el tramo final del partido, el Pincha no pudo salir de su confusión, entre cambios obligados (Verón, cansado, Iritier dolorido) y la insólita expulsión de Dubarbier, para terminar apostando a un hazaña (Toledo lo tuvo, al reventar el balón en el palo), que nunca se concretó, y encima, en el epílogo del juego, el argentino Ariel Nahuelpán selló el resultado, que fue inobjetable.