Más allá de su opinión futbolera, Maradona no se olvida de su país. El Diez tiene en el living de su casa un TV 55 pulgadas que está ubicado estratégicamente enfrente de una larga mesa en la que siempre él se sienta en la punta y maneja, con exclusividad, los dos controles remoto. Se ve fútbol las 24 horas, pero también está Telesur como el canal de noticias de cabecera. Diego siente que en Argentina las cosas no están bien y no duda en decirlo.
“Tenemos un país que no puede llenar la olla. Un presidente que le gusta más conocer a Neymar, pasear por las canchas del mundo o ir a ver a Del Potro, estar con Macron que gobernar. En cualquier momento pide ir a verme a mí. Es un presidente que en sus ratos libres se dedica a gobernar...”, dispara con seguridad el Diez. Maradona insiste que Macri no tiene que meterse en el fútbol, que en el país son tantos los problemas como para perder el tiempo en intervenir en un lugar del que, encima, el Diez asegura que sabe poco y nada.
La época de gloria de Boca, con Macri como presidente, tuvo para Maradona la mano de él y de muchos ex jugadores que supieron guiarlo en un ambiente del que no le era familiar. “Todos dicen que Macri fue un presidente exitoso en Boca. La verdad es que a él le tocó ser el presidente de la mejor época, pero nos escuchó a nosotros cuales eran los jugadores que tenía que llevar.
Además contó con Bianchi, que en esa época le salían todas y tenía un equipo que armamos entre todos. Y cuando se fue Bianchi y las cosas se le complicaron, yo le dije que el único que le podía manejar el vestuario era Basile. ‘No, está viejo’, me dijo. Por suerte lo convencimos, el Coco en un año ganó todos los títulos. Macri siempre fue el hijo de...Por eso ahora lo mejor sería que empieza a ser él, se ponga las pilas y se dedique a gobernar porque el país necesita, hay mucha gente que la está pasando mal. Y que deje de hablar tanto de Venezuela, porque no tiene autoridad para hacerlo”, dice Maradona.
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