Festeja Francia de la mano de Lucas Pouille. El 18vo tenista del ranking ATP aplastó a Steve Darcis en el quinto y decisivo punto de la serie final frente a Bélgica y le dio así al equipo galo la décima Copa Davis de su historia, luego de varios años de espera.
El último título que Francia había ganado se dio en 2001, cuando el equipo integrado por Nicolas Escudé, Arnaud Clement y Sebastien Grosjean vencieron a la Australia de Lleyton Hewitt y Patrick Rafter en Melbourne. Desde entonces, la Ensaladera de Plata se les había negado en las tres finales perdidas en 2002, 2010, 2014.
Sin embargo, y a pesar que la mañana en Lille había empezado a contramano de las aspiraciones de la armada francesa con la derrota de Jo-Wilfred Tsonga ante David Goffin por 7-6 (5), 6-3 y 6-2, Poullie se vistió de héroe en la cancha -como lo había hecho 16 años antes Escudé sobre césped- y barrió a Darcis con un contundente 6-3, 6-1 y 6-0 para desatar la locura en las tribunas del estadio Pierre-Mauroy.
Con un juego sólido, que le permitió construir un arranque arrollador, el nacido en Grande-Synthe llevó las riendas del partido sin problemas y sobre tan sólo una hora de juego, encaminó el encuentro a la victoria adelantándose dos sets arriba. Y en poco más de media hora, selló el tercero a su favor tirando a la cancha todo su repertorio y poderío para quebrarle el servicio en tres oportunidades al belga -una de ellas para ganar el título- y dejar un trofeo que ya empezaba a hacerse esquivo en Francia.
Con este nuevo logro, el equipo capitaneado por Yannick Noah y con un cuarteto formado por Tsonga, Pouille, Richard Gasquet y Herbert Pierre Hughes, alcanzó la línea de Gran Bretaña como tercer país que más triunfos conseguidos en esta competición, lista que encabeza Estados Unidos con 32 y seguido por Australia con 28.