Ya no está mas Gastón Perkins, un arquetipo de la época dorada del automovilismo argentino. Aquella donde reinaba el amateurismo, la mano abierta y los buenos momentos compartidos mas allá de que arriba de los coches, se jugaran la vida y no se perdonaran nada. Campeón argentino de Turismo Carretera en 1969 en pleno apogeo de las recordadas Liebre III surgidas del genio de Oreste Berta; una de las grandes figuras también de la historia del Turismo Mejorado. Mas de un memorioso amante de los fierros recordará sus participaciones con un “rabioso” Renault Gordini que le deparó incontables victorias, auto con el que en esos tiempos de reglamentos locos, lo llevó a medirse en el TC con las cupecitas, y ganarles.
Esa maldita enfermedad detuvo su corazón ayer a los 78 años. Sin embargo dio batalla, y hasta no hace mucho era frecuente verlo en los autódromos donde corría el TC 2000, mas precisamente en los boxes del equipo oficial Ford, habida cuenta de su función desde 1992 como Asesor Deportivo de la petrolera Repsol YPF. Jovial, bien predispuesto, enorme contador de anécdotas tanto como su metro noventa de estatura, Gastón con su sombrero gauchesco y el chaleco de carpincho era otro de los personajes del mundillo tuerca, uno de los mas queridos.
Luego de algunas andanzas juveniles en su Alberdi natal, a bordo de un Ford T, y luego de un Ford 39 que no se salvó de volcar, Perkins debutó en Turismo Carretera con un Chevrolet el 20 de julio de 1952 en la Vuelta del Oeste con epicentro en Junín donde arribó 10º. Después tuvo aisladas participaciones, y llegó a principios de los ’60, el Turismo Mejorado donde fue uno de los mas ganadores con el Renault Gordini de la Clase B.
LONDRES-MEXICO, NURBURGRING
En 1967 se metió de lleno en el TC, fue en los tiempos revolucionarios del Torino; con el Toro debutó en Villa Carlos Paz el 4 de abril de ese año y llegó 2º. La primera victoria en la categoría llegaría con la Liebre I 1/2, en los 500 Kms de Buenos Aires del 5 de mayo de 1968 en el autódromo porteño junto a un gran amigo, Federico Urruty. Fue justamente ese año, el de su encumbramiento. Volvió a ganar las 4 Horas y las 250 Millas, ambas pruebas en Buenos Aires, un verdadero especialista en carreras de largo aliento. En 1969 conseguiría su lauro máximo, el título de campeón de TC con una Liebre III, tras haber formado poderoso equipo junto al recordado Eduardo Rodríguez Canedo, el mismo Federico Urruty y Oscar Mauricio Franco.
Gastón también tuvo incursiones en el exterior, y en pruebas de singular relevancia y suma exigencia como fue la Londres-México con un Peugeot 404 en 1968 y las inolvidables 84 Horas de Nurburgring como integrante e la Legión Argentina con los Torino. El año 1971 marcó el final de su exitosa carrera deportiva, mas allá de algún rally zonal que le sirvió para despuntar el vicio con un Peugeot 504, una de sus piezas que perduran en el museo personal que alistaba en su amado campo de Alberdi. No en vano fue el “Gaucho de Alberdi”...
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