El presidente se mostró molesto por la realidad negativa del equipo, que derivó en el alejamiento del entrenador. Además, les pidió disculpas a los hinchas de Boca.
"Estamos dolidos y tristes porque queremos que el equipo compita. Lo más importante para mí es mandarle a los hinchas un abrazo grande, pedirles disculpas porque el equipo no está compitiendo. Tenemos que mirar para adelante, quedan muchos partidos”. La frase pertenece al presidente de Boca, Juan Román Riquelme, que anoche lamentó el momento negativo del Xeneize tras la derrota contra Belgrano y la renuncia del DT Diego Martínez.
En un princpio, Riquelme se expresó en tono cortante sobre la salida del entrenador. “El técnico habló con ustedes. Muy bien... No sé qué quieren que les diga. ¿Qué querés que te diga? Está muy bien”, manifestó el exfutbolista, al retirarse del estadio de Belgrano. Y luego, buscó bajarle el tono a su malestar: "Es un deporte. Con mucha emoción, con nervio, pero deporte. Y se tiene que competir, y no estamos compitiendo bien”.
Riquelme cuestionó también la dramatización que algunos sectores hacen de la realidad de Boca, que sumó su tercera derrota consecutiva en la Liga Profesional y empieza a complicar su clasificación para la Copa Libertadores de 2025. "Que miren de otra manera, que quieran trasladar algo diferente o que parece que estamos en una guerra, no; yo no lo vivo así. Trato de ser claro y sincero, es un deporte y no estamos compitiendo. Entre todos vamos a salir de esto”, afirmó el dirigente.
Y luego agregó: "Recién se acaba de ir el técnico. Teníamos la ilusión de hacerlo bien, de conseguir un triunfo, no se jugó bien. Eso es lo que más duele. Por eso, las disculpas al hincha. Debemos mirar para adentro y tragar saliva”.
Durante su gestión iniciada en enero pasado, Martínez dirigió 45 partidos con un balance de 20 victorias, 15 empates y diez derrotas, logrando una efectividad del 55%. La eliminación en los octavos de final de la Copa Sudamericana ante Cruzeiro por penales, la pobre campaña en la Liga Profesional y la reciente seguidilla de derrotas en los clásicos ante Racing y River desgastaron su relación con la dirigencia y el plantel.
La última caída ante Belgrano fue el golpe de nocaut para un ciclo que, desde la derrota en el superclásico ante un River alternativo en La Bombonera, no logró recuperarse.
Martínez enfrentó varios desafíos desde el comienzo de su ciclo. La primera gran desilusión fue ante Estudiantes en la Copa de la Liga, donde Boca cayó en semifinales por penales tras la expulsión del defensor Cristian Lema, perdiendo la chance de clasificarse directo a la Libertadores 2025. A esto se sumó la eliminación de la Copa Sudamericana, donde errores administrativos dejaron al equipo sin refuerzos clave para el repechaje ante Independiente del Valle.
El equipo se encuentra 12º en la Liga Profesional y en carrera en la Copa Argentina, donde enfrentará a Gimnasia de La Plata en los cuartos de final y buscará enderezar el rumbo y aspirar a la clasificación a la Copa Libertadores del próximo año. La dirigencia deberá tomar decisiones clave en los próximos días para revertir un presente complicado y recuperar la confianza de los hinchas molestos por las últimas decepciones.