Es una constante que se viene repitiendo en las últimas temporadas y especialmente en los arranques, donde la pesca es muy agradable porque el frío aún no aprieta y el confort del pescador es total: Mar Chiquita de Agustina es una verdadera fiesta de pejerreyes donde nadie se va defraudado.
Su estratégica ubicación, pasando 20 km Junín (se llega desde Buenos Aires por Ruta 7 hasta Junín y de allí por Ruta 65 hasta Agustina y siguiendo carteles dentro del pueblo hasta el pesquero), concentra muchos pescadores bonaerenses, otros tantos cordobeses y también santafesinos. Y los buenos guías como Joaquín Hasaín, que ya llevan varias temporadas en el lomo trabajando este espejo, nos permiten alejarnos convenientemente del pescador que se queda medianamente cerca del pesquero. Y como siempreocurre en pesca, menos presión en el ámbito redunda en más y mejores capturas. Esto fue lo que ocurrió en las trackers de Joaquín Hasaín, todas de moderna motorización y con guías perfectamente conocedores del ámbito e interconectados entre sí, que se pasan datos de pique de modo constante. Nos alejamos del gran gentío en forma veloz, y logramos una cosecha magnífica pescando como más nos gusta: a flote y con pique a poca profundidad de brazolada.
El pejerrey está competitivo, acardumado y come firme. Es sólo cuestión de encontrarlos y luego dar rienda suelta a pescas inolvidables. Los tamaños conforman por demás, dado que hablamos de pejerreyes de 28 a 40 cm, con algunas sorpresas mayores, que se resisten a ser llevados al bote ofreciendo lindas peleas al ser clavados.
Otro atractivo de estos pejes es su exquisito sabor. Acaso por la calidad del agua o la alimentación que tienen, rica en zoo y fitoplancton, estos ejemplares salen de maravilla al ser llevados a la mesa. Y así como pregonamos la pesca con devolución de especies predadoras tope como el dorado y la tararira, en caso del pejerrey, que puede repoblar espejos o que cuenta con ámbitos como éste tan bien poblados, pueden aceptar una presión de pesca pareja siempre respetando cupos y medidas mínimas.
Atento a las bondades del ámbito, Joaquín Hasaín ha multiplicado sus lanchas en este espejo y ha capacitado guías con toda su sapiencia, marcándoles puntos específicos en sus GPS y compartiendo su amplísima experiencia de horas en el agua clavando flechas. Así las cosas, con media flota en Berisso buscando los grandes pejes del Riopla y varias trackers en Agustina, nuestro as en la manga hizo todo fácil permitiéndonos que hacia el mediodía ya estuviéramos todos con la cuota hecha y seleccionando las piezas para sacrificar sólo los mejores ejemplares.
Y hablando de buenos ejemplares, quien sorprendió esta vez fue el Turco, uno de los guías de Joaquín Hasaín, quien logró un ejemplar tremendo de unos 50 cm, gordo y de lomo ancho, que tuvo la suerte de pescar en un momento en donde se había planchado la laguna, viendo su pique maravilloso en todo su esplendor.
Clientes felices, bolsas llenas, caras sonrientes... el panorama en la costa del pesquero nos hace entender solamente viendo la foto de la gente, por qué este espejo es y será un ámbito convocante durante toda la temporada.
Veremos cómo se comporta el peje con el frío, pero al menos en este arranque de temporada, podemos decir que Mar Chiquita de Agustina está en el podio.