Desde El Mangrullo, habló como cacique: mencionó traiciones y mentiras, cargó contra Julio Grondona, pero fue particularmente
Maradona estuvo duro como siempre que tiene algo para decir. Sin embargo, a comparación de muchas otras veces, en esta ocasión no fue impulsivo y leyó una nota que ya había escrito anteriormente con su cuerpo técnico. De esta manera, evitó responder preguntas que pudiesen haberle hecho decir cosas que no quería. Con mucha calma y con un tono tenue de voz, le pegó duro tanto a Carlos Bilardo como a Julio Grondona, diciendo que el primero de ellos lo “traicionó” y que el presidente de la AFA le “mintió”.
El cuerpo técnico que estuvo en Sudáfrica 2010, le apunta sobre todo al Narigón. Entre Maradona y el Héctor Enrique hablan de falta de códigos. Es más, el “Negro” fue contundente al decir que si el manager continúa en su cargo, no “podría volver a ver a su familia a los ojos”. El mejor jugador de todos los tiempos es querido como nadie, y por eso es que en caso de que Bilardo siga en su función, quedará muy mal parado ante la gente argentina, que ayer volvió a juntarse en el restaurante “El Mangrullo” para darle su apoyo.
De esta manera se abre un interrogante: ¿Seguirá el Narigón trabajando en la selección? El mismo en algún momento dijo que si le tocaban a Maradona se iba, pero ahora apunta a seguir. El tema es que después de las declaraciones del ex técnico del combinado nacional, habrá que ver sino da algún paso atrás en su función, ya que podría quedar realmente mal y su reputación podría perder prestigio.
MONOLOGO DURISIMO
Volviendo al monólogo que dio el ex entrenador nacional ayer, hay que destacar que hubo partes del comunicado que fueron muy fuertes. “Me llamaron para apagar un incendio y lo apagamos. Una vez que logramos la clasificación, nos fuimos consolidando y después pasó esto. Grondona me mintió y Bilardo me traicionó. Agarre quién agarre como técnico, tiene que saber que la traición está a la vuelta de la esquina”, analizó.
Al explicar las razones por las cuáles él piensa que el titular de la AFA le mintió, el astro comentó que “en el vestuario, después de la derrota con Alemania, me dijo en presencia de testigos y jugadores que quería que yo siguiera. Pero una vez en el país, empezaron a enturbiarse las cosas. A los cinco minutos de la reunión que mantuve el lunes pasado con él, me dijo que siguiera pero que siete de mis colaboradores en el cuerpo técnico no iban a continuar. Con eso, me estaba diciendo que no siga”.
Siguiendo con su lectura agregó que “defiendo a toda mi gente y no cambiaré porque tengo valores y códigos que no tienen ellos. Me los enseñaron mis padres y lo aprendí también en Argentinos Juniors, donde me inicié como jugador. Eso no se cambia ni se negocia. Y si pensaron que yo iba a traicionar a mis colaboradores es porque ellos en mi lugar lo habrían hecho. Se equivocaron porque yo sí puedo mirar a la gente a los ojos y de frente”.
También expresó su disgusto con Bilardo y resaltó el porqué se sintió traicionado. “Cuando yo estaba de luto por la eliminación ante Alemania, este señor, no señor no es (en el papel tenía escrita esa palabra, pero no la quiso decir), Bilardo trabajaba en las sombras para echarme de la selección. A esos personajes no les interesa el fútbol argentino. Sólo cuidan sus intereses particulares y sus cuentas bancarias”, tiró sin tapujos.
AMOR Y ODIO
Para terminar de matar a estas dos personas con las que tuvo una relación de amor-odio durante toda su vida (hoy claramente con el odio a cuestas), habló de la lista del partido amistoso que el 11 de agosto se jugará ante Irlanda y dijo que él no la armó. “La lista para el partido ante Irlanda fue un “tocuen”. Un “tocuen” quiere decir un cuento, porque Bilardo y Humberto (Grondona) ya la habían hecho”, aseguró.
También se refirió a lo que pasó en el Mundial y al presente del fútbol argentino y resaltó lo siguiente: “Desde 1990 que no se superan los cuartos de final. Pasaron muchos cuerpos técnicos y ninguno lo logró. Algo se está haciendo mal y hay cuestiones que vienen desde arriba y se hace muy poco por cambiarlas. Nosotros tomamos el grupo dividido y sabiendo que iba a ser difícil, pero les devolvimos ese amor por la camiseta”.
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