Marcelo Bielsa asumió y fue presentado este miércoles como entrenador de la Selección de Uruguay. "Podemos fantasear con pelear el Mundial", aseguró "El Loco", quien firmó un contrato por tres años y tendrá como objetivos ser competitivo con La Celeste en la Copa América 2024 y lograr la clasificación al Mundial 2026.
"No tuvieron que convencerme, diría que todo lo contrario. Mi deseo de pertenecer a este proyecto tiene que ver con los jugadores que posee Uruguay que me gustan y los destinatarios del trabajo de una Selección, que son los ciudadanos y los admiramos con mi esposa en una experiencia personal cuando estuvimos en el país", contó Bielsa, quien no trabaja desde hace un año cuando se fue del Leeds. "Me seguí capacitando este tiempo", reveló.
Bielsa contó que aún no habló con los referentes Fernando Muslera, Luis Suárez y Edinson Cavani, quienes tienen 36 años, pero que lo hará y aseguró que no definió su futuro.
"Voy a escucharlos y ellos a mí. No tengo una posición previa establecida. Soy muy respetuoso de los ídolos porque es patrimonio de la gente y un metal precioso para los más pobres. Por eso jamás haría algo conscientemente que pueda dañar a un ídolo", comentó.
En cuanto a cómo le gustaría que lo recuerden tras este paso, el entrenador que reconoció que admira al Maestro Tabárez y que habló con Diego Alonso, entrenador saliente, expresó: "Los seres humanos buscamos afecto y el afecto en el fútbol se consigue dejando recuerdos imborrables y la única manera es ganando". En ese sentido, dijo sobre el ser argentino y asumir en Uruguay: "En el fútbol la aceptación tiene un solo nombre: triunfo".
Bielsa, quien recibió una camiseta de la Selección de Uruguay con su nombre y un cuadro con una postal del Estadio Centenario, contó que no tiene previsto viajar a Europa para hablar con los jugadores y que utilizará la fecha FIFA de junio para "familiarizarse con los jugadores que más desconozco".
Y aseguró: "La forma en la que yo pienso el fútbol la encuentro muy asimilable en los jugadores que yo pienso para construir el equipo". Bielsa vuelve a dirigir una Selección después de sus experiencias en Argentina (1998-2004) y Chile (2007-2011). Arrancó la Era del Loco en Uruguay.
“Obviamente soy argentino, estoy orgulloso de ser argentino, me gusta ser argentino. Amo el fútbol de mi país como no puede ser de otro modo. El otro día escuchaba una frase de Martino que decía que cuando va a ver a Newell’s no le importa si juega bien o mal, le importa que gane. Los hinchas vamos a la cancha y lo primero es que gane el equipo que queremos. Yo quería que Argentina salga campeón del mundo de cualquier manera y después analizaríamos.
Por supuesto que la recompensa que Messi obtuvo es mucho más vinculado a su obstinación, paciencia, aguante que a sus recursos que obviamente son extraordinarios. Hubo dos cosas que a mí me encantaron de la final: antes del partido yo hice una comparación y puse cada jugador francés comparado con cada jugador argentino en su puesto y mi conclusión es que había 9 jugadores franceses mejores que 9 argentinos. Dije ‘puta, qué partido difícil’
Argentina no solamente mereció el triunfo sino que manejó el partido 80 minutos de 90. Para mí ese fue el mejor elogio de todos para el entrenador, cuerpo técnico y mejores. Demostraron ser mucho mejores que los rivales cuando el análisis previo indicaba lo contrario. Otra cosa que noté y fue definitoria fue que por primera vez noté que el público iba a acompañar al equipo aunque no ganara y eso no es propio del exitismo argentino. Es algo que ese equipo se había ganado.
Yo siempre destaco que el costo social que tiene la derrota en la Argentina hace que los jugadores se potencien mucho. Ningún jugador quiere perder porque salir a la calle en la derrota en Argentina es más difícil, pero acá el fútbol fue distinto.
Se dieron tres cosas muy importantes, jugadores dispuestos a superar a jugadores rivales mejores legítimamente exprimiendo sus condiciones al máximo, lo segundo un jugador como Messi en estado de gracia mental porque con los pies los tiene siempre y tercero un público que se mimetizó con el equipo con amor sin condiciones. Ese amor es muy fortalecedor, te quiero no importa si ganás o perdés. Una valoración a los jugadores, público y cuerpo técnico de algo que va a ser inolvidable para todos los argentinos, entre otras cosas porque se consiguió entre las tres partes”.
Bielsa, reflexivo como siempre, comentó: "El fútbol es la gente y los jugadores y después estamos los que mediamos, los entrenadores, los periodistas y los dirigentes que somos lo peor del fútbol. El fútbol cada vez tiene más adeptos y se parece menos a lo que permite que un hincha se enamore del juego.
Porque los resúmenes de tres minutos no es el fútbol, así como el matrimonio no son solamente los sábados a la noche, si fuera así no habría matrimonio que no funcionase.
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