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Marco Materazzi, campeón del mundo con Italia en el Mundial de Alemania 2006, se grabó el escudo xeneize en la piel. Lo mismo hizo su hijo Davide, quien además se sacó una foto en el Templo y la publicó en sus redes sociales acompañada de la frase: “Boca es un sentimiento”.
El central se tatuó uno de sus muslos, mientras que su hijo se lo hizo debajo del gemelo derecho. Padre e hijo se llevan los colores Xeneizes tanto en la piel como en el corazón.