Roberto De Vicenzo, el golfista argentino más destacado de todos los tiempos, murió este jueves a los 94 años en su casa de Ranelagh, en el partido bonaerense de Berazategui.
Campeón del Abierto Británico en 1967, de 3 PGA Tour -1957, 1966 y 1968- y de la Copa del Mundo por equipos de 1953, entre otros títulos, por esas cosas del deporte llegó a ser tan conocido por un error que le costó un Major como por su impresionante trayectoria.
“Qué tonto soy”, fue la frase del propio De Vicenzo para graficar aquella anécdota. ¿Qué sucedió entonces? Fue en el Master de Augusta, en 1968, un año después de su consagración y el mismísimo día de su cumpleaños -14 de abril- número 45: su compañero Tommy Aaron le anotó par en su tarjeta en vez de los tres golpes (birdie) con que había completado el hoyo 17. De Vicenzo ratificó el error de su colega y la firmó.
Cuando se dio cuenta, ya era tarde. De ese modo, terminó con un bogey en el hoyo 18 y, en lugar de 65 golpes, oficialmente había hecho 66, por lo que no pudo llegar al desempate por el título con Bob Goalby.
“Roberto, por tu culpa yo nunca gané ese Masters. Tú fuiste el verdadero campeón”, le dijo alguna vez Goalby a De Vicenzo, quien, sin dejar de reconocer jamás su error, también alguna vez comentó que su rival tuvo la posibilidad de mostrar un gesto en ese momento y no lo hizo.
Miembro del Salón de la Fama del Golf Mundial y ganador de 230 abiertos, el “Maestro” pasó a la inmortalidad este mediodía, rodeado por su familia. Eduardo de Vicenzo, uno de sus dos hijos, comentó que hasta los 91 años su padre estaba “bastante bien” y que jugaba al golf todas las semanas, aunque luego su salud se deterioró hasta que el accidente ocurrido en marzo resultó prácticamente el tiro de gracia.
“Eso fue el desencadenante del fallecimiento. Desde el día que lo operaron nunca más se levantó y todos los días fue un poquito más para atrás. Empezaron a aparecer las complicaciones que trae la cama a los 94 años”, relató al canal TN.
También informó que no habrá velatorio y que mañana se realizará la cremación en el Cementerio Parque Iraola. “Pensamos que como hay mucha gente que iba a querer despedirlo, ese es un sitio mucho más sencillo para que puedan concurrir”, explicó, para cerrar con una frase de la que el Señor Golf sentiría mucho orgullo: “Mi papá es un poco de todos los argentinos y del mundo, porque ahora se transformó en leyenda”.
comentar