Una botellita de agua, las medias rojizas por el contacto con el polvo de ladrillo y la pelotita amarilla que va y viene por encima de la red. De fondo, un par de gritos pueden sumarse a la escena: "Cerrá el golpe" o "mirá la pelota". Seguramente, esas frases fueron utilizadas con frecuencia por Daniel Schapira dentro de una cancha de tenis.
La dictadura cívico militar que azotó al país entre 1976 y 1983 desapareció a 30.000 personas. 35 de ellos fueron deportistas. Daniel Schapira era uno de ellos. Nació el 18 de octubre de 1950, jugó en San Lorenzo, GEBA y Maccabi y dio clases de tenis en los tres. Además de ser deportista fue ayudante de cátedra de Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde. Era militante de la Juventud Universitaria Peronista en la Facultad de Derecho.
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Fue secuestrado por un grupo de tareas el 7 de abril de 1977 mientras viajaba en colectivo cerca de San Juan y Boedo. Por testimonios de sobrevivientes se conoció que estuvo detenido ilegalmente en la ESMA. Según el juicio que llevó adelante el juez español Baltasar Garzón, los encargados de torturar al tenista fueron el Teniente de fragata Ricardo Miguel Cavallo y Antonio Pernías, capitán de Fragata. Justamente, Baltasar Garzón sostuvo que "Daniel fue conducido a la ESMA donde se lo sometió a condiciones inhumanas de vida. Se lo torturó con golpes y descargas de corriente eléctrica para obligarlo a proporcionar información“.
En 2005 la historia tomó mayor repercusión luego de una investigación del periodista Oscar Pinco. Ese mismo año el diputado Ariel Basteiro tomó la iniciativa, envió al Congreso un proyecto de Ley para instaurar el 18 de octubre como el Día del Profesor de Tenis y, finalmente, se eligió.
La decisión estuvo apoyada por la Asociación Argentina de Tenis, el Comité Olímpico Argentino y la Proffesional Tennis Registry, la asociación de profesores de tenis de mayor importancia a nivel mundial.
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