El Superclásico del fútbol argentino, que se remonta al 25 de agosto de 1913 cuando River Plate derrotó por 1-2 a Boca Juniors, cumplió cien años este año. Fue un 25 de agosto cuando Boca jugó como local en el estadio de Racing. Cándido García y Antonio Ameal Pereyra anotaron los goles de los Millonarios, mientras que Marcos Mayer descontó para el Xeneize.
Un gran dato para empezar la columna. Pero la verdad que, en relación a lo deportivo, está todo dicho. Lo que me importa es que se viene un nuevo River-Boca, que no es el de la cancha. Un partido que se juega fuera de ella también. Son once contra once dentro del campo de juego, pero millones contra millones de dólares fuera de él. Una gran lucha del marketing y las marcas que se torna tan importante como el propio encuentro futbolístico.
Pero ¿quién logra sacarle una luz de ventaja a quién en cuestiones de marketing y posicionamiento?
Todo empieza en la previa, desde el hotel de la concentración y la llegada al estadio, cuando suben y bajan del micro. River se traslada en Chevallier y Boca en FlechaBus, empresas de un mismo dueño.
Al momento de ponerse la camiseta, las mismas tienen un gran peso: de pasión, de historia y de un mismo patrocinador que aparece incrustado en el pecho, el Grupo BBVA. El xeneize cobra unos 4,5 millones de dólares al año y el contrato va hasta enero de 2014. Mientras que en la vereda de en frente, el convenio es igual. Recordemos que ambos equipos ya compartieron auspiciantes en la camiseta. ¿Ejemplos? entre 1985/89 a Fate, entre 1989/91 a Sevel (River con Peugeot y Boca con Fiat, ambas a cargo de Franco Macri que era accionista mayoritario de Sevel, empresa que tenía la licencia de ambas marcas), o como Quilmes entre 1996 y 2002.
Y te tiro un dato para que tengas en cuenta: Boca primereó a su eterno rival con publicidad en la camiseta. Fue Vinos Maravilla en las temporadas 1983 y mitad de 1984, y la semillera Dekalb lo hizo al final de ese año. Ya en el '85 ambos clubes anduvieron sobre ruedas con Fate.
Boca tuvo a Parmalat, Pepsi, Megatone, con la salvedad de que en ese período la casa de venta de electrodomésticos compartió espacio con la manga, primero con Good Year y luego con Unicef. También tuvo a la coreana LG en el pecho (muy cuestionado el isologo rojo) y a la francesa Total en las mangas. River, después de Fate y Peugeot, tuvo a la Tarjeta Credencial y a Sanyo. Luego seis años de Quilmes, y cuatro de Budweiser. Desde 2006 hasta mitad de 2012 tuvo a Petrobras en el pecho. La manga riverplatense tuvo a Pokerstars en 2009/2010, y a Tramontina desde al año pasado a la actualidad.
Al hablar de pilcha, la cosa es así. River viste Adidas desde 1982 y Boca usa Nike desde 1996.
River tiene acuerdo con la marca de las tres tiras hasta fin de 2018. Por eso, cobrará 45 millones de dólares por siete años (comenzó en 2012). Gran parte, 42 millones, serían en efectivo, mientras que el saldo restante corresponde a indumentaria en concepto de canje.
En cambio, Boca luce orgulloso NIKE, por el cual cobrará 56 millones de dólares por el período 2012-2019. Dicho acuerdo estipula que del pago total, U$S 45 millones sean en efectivo y el restante en ropa deportiva para las distintas disciplinas de la entidad azul y oro.
Recordemos que hasta 1978, ambos clubes usaban lo que podían. Un ejemplo de ello fue que la primera copa internacional que obtuvo el Xeneize (la Libertadores 1977 que ganó en Montevideo ante Cruzeiro con penal atajado por Gatti a Vanderley), la recordada camiseta blanca que usó el equipo del Toto Lorenzo era marca Lanús, nombre que le puso a la pilcha de fútbol Uribarri, conocida marca de indumentaria de rugby. Los xeneizes lucieron Adidas entre 1979 y mitad de 1993, Olan hasta fines de 1996 (la salvedad es que en la última mitad del año, el logo decía Topper pero la fabricaba Olan), y desde 1996 hasta hoy, la azul y oro tiene estampada la pipa de Nike. Con River pasó algo similar. Hasta 1979 se vistió con lo que conseguían (en el bicampeonato de 1975 llevaba etiqueta Realto), y entre 1979 y 1980 el equipo salió a la cancha con isologo de Sportlandia. En 1981, y mitad de 1982 usó Topper, y desde la segunda mitad del '82 hasta la actualidad persiste la hegemonía de Adidas.
Pero no todo es camiseta y pilcha en la vida porque habemus otros auspiciantes que ponen lo que hay que poner dentro y fuera de la cancha. Por ejemplo, Boca luce orgulloso y se maneja muy bien con la marca francesa Citroën quien tiene un acuerdo hasta 2015. Eso sí, se habla de motores, confort, equipamiento pero no de números, ni cifras de ese convenio.
Otro de los que se anota como sponsor del Xeneize es TOTAL Lubricantes que apoya al fútbol y al equipo desde 2009. Y la fila la siguen: Gatorade (tiene acuerdo hasta fines de 2014); Pepsi y Quilmes.
¿Y por el lado de River? Coca Cola sigue firme con el club de Núñez y Tramontina, que la ves en la camiseta, sigue apoyando hasta fin de año.
Se viene un nuevo Superclásico dentro y fuera del campo de juego.
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