En la tarde del martes, la ciudad cordobesa de Río Tercero vivió uno de los momentos más emotivos de los últimos tiempos ya que tuvo el orgullo de recibir a José María López, el piloto que es orgullo local y con trascendencia internacional. Pechito ganó este fin de semana las 24 Horas de Le Mans, la carrera de endurance más importante del mundo, y una prueba que ya lo había tenido en las ediciones pasadas como gran protagonista pero que se le había escapado por diferentes motivos.
A causa de la cuarentena que debe cumplir por la pandemia de Covid-19 no hubo contacto físico, abrazos ni fotos con la gente, tampoco un viaje arriba del autobombas: el cordobés se subió a su Lexus y viajó "en burbuja" con la única compañía de su trofeo en el asiento derecho.
Fue escoltado por los bomberos y acompañado de un importante operativo policial desde el aeropuerto para que pudiera recorrer los varios kilómetros que lo separaban hasta el monumento que proclama a su ciudad natal como "Capital Nacional del Deportista", por la gran cantidad de personalidades que como él surgieron de Río Tercero. Allí lo aguardaban los medios de prensa de la provincia con cámaras y micrófonos.
En ese trayecto recibió el afecto y el saludo de sus coterráneos que decidieron ponerse al costado de la ruta con banderas argentinas o que salieron a la puerta de sus comercios para aplaudir su paso y brindarle una merecida felicitación. Otros optaron por seguir su auto haciendo sonar sus bocinas, conformando una caravana atípica en una ciudad por demás tranquila.
"Siempre me han recibido muy bien, me hubiera gustado que fuera en otra instancia, tener un poco más de contacto con la gente, pero estamos en épocas difíciles", dijo acerca de esta nueva llegada con un título. "Es imposible describirlo con palabras", señaló desde su auto, con el barbijo puesto pero con una sonrisa indisimulable.
Acerca de lo que significa para su carrera deportiva haber ganado esta prueba, aseguró: "Es un sueño hecho realidad. Sólo los que corrieron esta carrera saben lo duro que es correrla y ni hablar de lo que significa ganarla. Es la frutilla de mi carrera deportiva. Espero seguir muchos años más en este nivel, pero sinceramente no hay nada más grande en mi carrera que ganar esto".
A bordo de un Toyota GR010 Hybrid, y en compañía del británico Mike Conway y del japonés Kamui Kobayashi, se convirtió en el segundo piloto argentino de la historia en ganar Le Mans, luego del logro de José Froilán González en 1954, con una Ferrari.
Pechito López permanecerá en Río Tercero cumpliendo la semana de aislamiento obligatoria en la casa de sus padres y la semana entrante viajará a Alta Gracia para ensayar en el autódromo Oscar Cabalén sobre un Toyota Corolla de Súper TC2000, antes de correr los 200 Kilómetros de Buenos Aires, el 4 y 5 de septiembre en el autódromo Oscar y Juan Gálvez.
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