Víctor Palma observa por la ventana. Los rayos de sol le pegan en el rostro. Es un espacio para pensar, un momento de recuerdos del hombre que logró llevar al boxeo argentino a la cumbre en una época de grandes glorias. Lo acompaña su bastón. Fue víctima de una parálisis en la parte derecha del cuerpo. Habla lento, pero no pierde la picardía y el entusiasmo en la intimidad de su casa. Tampoco cuando está al lado de un cuadrilátero mientras observa a pupilos. El documental "La piel marcada", del director Hernán Fernández, ingresa en la vida del ex púgil chaqueño y traza un paralelo con los jóvenes que recién hacen sus primeros guantes.
"Los recuerdos son como chapitas en el fondo de un lago. Uno, en la superficie, se sumerge en busca de esa chapita. Pero en el trayecto remueve tanto el agua que la chapita deja de divisarse. Los recuerdos funcionan parecidos. Uno remueve tanto la memoria en busca de ellos, que sin querer desaparecen, o empiezan a confundirse, mezclarse. Entonces uno, sabiamente, opta por el olvido", lee en una muestra de su faceta como poeta, aunque también canta y toca en la guitarra canciones de su puño y letra.
FUNCIONES
MARTES 19 A LAS 19 HORAS, EN EL CENTRO CULTURAL LOLA MORA (RÍO DE JANEIRO 946)-GRATIS
MIÉRCOLES 20 A LAS 15 HORAS, EN EL VILLAGE CABALLITO, SALA 7 (AVENIDA RIVADAVIA Y ACOYTE)- ENTRADAS DESDE $25 A $30