Nada mejor para festejar nuestro número aniversario que una nota de excelente pesca con señuelos en un sitio de fácil acceso y con buenos servicios como San Pedro. A sólo 165 km. de Capital, los primeros calores primaverales activaron un sinnúmero de doradillos y tarariras, que el pescador puede tentar guiado por excelentes profesionales que vienen trabajando fuerte en la pesca con devolución, conscientes de que el recurso es escaso y debe cuidarse.
Spinning, bait cast o fly cast: el pescador elige con qué técnica divertirse, y nosotros practicamos las tres modalidades. Junto a Gustavo Miranda y con la guía del eficaz Ruli, guía que está en el podio de los tres mejores de su zona, nos divertimos en grande con artificiales haciendo navegaciones mínimas en su cómoda lancha con plataforma para lanzamiento en fly.
con mosca entre los palos
Partiendo del camping Safari, bastaron escasos 10 minutos de navegación en los que apenas tuvimos tiempo de armar equipos para anclar en el primer punto de pesca: una zona de árboles sumergidos con correderas, ideal para tentar al dorado en fly cast. Armé una caña St Croix Imperial número 8, colocamos líneas WF7 y moscas oscuras, que enseguida nos dieron doradillos. La clave para no colgar la mosca entre los palos era castear río arriba y dejarla derivar dando línea. Una vez en el lugar adecuado, bastaban un par de tirones para sentir un ataque. Dorados de 1 a 2,5 kilos nos divirtieron en grande. Mientras, Gustavo Miranda armó un equipo convencional de spinning, con caña Carbón Spin de Spinit de 2,10, reel Titán y fue probando señuelos y cucharas como los Shiner King de Marine Sports, bananas de Alfer’s, cucharas Abu Toby y Del de gran tamaño, gomas blandas de Sebile y hasta modestos Tucán Flex. Tirando al medio del río para no perturbar nuestra acción en pesca con mosca, cobró varios buenos ejemplares que batalló con maestría para arrancarlos de una correntada que los hacía fuertes.
Con un pronóstico de tormenta que sabíamos que iba a acortar nuestra jornada, decidimos cambiar de ámbito y buscar tarariras. Pero en el camino hacia un arroyo ciego dentro de la Isla del Diablo, donde nuestro guía había hallado tarariras el día anterior a nuestra visita, fuimos parando en distintas caídas de agua de los campos, sitios clave donde las forrajeras se juntan a comer desperdicios que le sirven de alimento y tras ellos aparecen los dorados.
Esta fue una hermosa pesca, pues en cada caída de agua parábamos para bajar a costa y hacer lances en spinning y bait casting desde allí. Los señuelos que se llevaron las palmas fueron los Rattlin de Rapala, sin desdeñar a los siempre efectivos Shiner King, que son verdaderos imanes para los dorados.
Finalmente, llegamos al citado arroyo ciego, un curso de agua que había quedado con la salida al Paraná, cortada tras la bajante, con barro y vegetación que obstruía el ingreso y salida de agua. Bastó arrimarnos al pequeño arroyito para ver salir en fuga un par de tarariras que se asoleaban casi pegadas a la costa. Nos calzamos botas y chaleco, pinza saca anzuelos y boga grip, un par de leaderes de repuesto y... a caminar.
Cortando campo, entre árboles, vegetación islera y yuyos, marchamos unos 200 metros y llegamos a una zona donde había vegetación emergente casi hasta tocar superficie. Allí, en un sitio de aguas quietas, los bulos de sabalitos y mojarras denotaban intensa actividad íctica, y cada tanto se producía algún ataque de taruchas que alteraba la paz reinante. La baja presión antes de la lluvia era ideal para que la especie se mostrase activa, y decidimos irritarla de entrada con señuelos de superficie que no tuvieron respuesta inmediata. Pero todo cambió al variar por una cuchara Mepps 4 con pescadito de goma, mortal señuelo que es el tester favorito de la especie.
a pura tararira con “gomitas”
Fue un tiro, un pique, todo de taruchas de 1 a 1,5 kilos, hasta que “jubilé” a la ya deteriorada cucharita. Mi compañero hizo morder hasta su deformación absoluta una ranita de goma montada en una cuchara y viendo que la clave era combinar metal con goma, montamos diversas formas de látex (pulpitos, gomitas, pollera, colitas, etc...) en cucharas de acción giratoria.
¿Y Ruli? Mientras nosotros nos habíamos aventurado en la espesura del montecito que protegía el arroyo, el guía se había quedado en el Paraná, junto a la embarcación, haciendo spinning costero desde allí. No paró de pescar doradillos tanto en spinning como en bait, y se entretuvo cambiando “muñecos” para probar toda la valija de artificiales, que es lo que hay que hacer cuando hay mucho pique para saber si los señuelos funcionan o no.
Finalmente, tras lograr unas veinte capturas, las nubes tan temidas se hicieron presentes y la lluvia anticipó nuestro retorno, no sin antes prometernos regresar para el Torneo de Periodistas de Pesca que realizará la Municipalidad de San Pedro en noviembre. De este modo, la Dirección de Turismo local se ha propuesto jerarquizar a la pesca deportiva entre las actividades turísticas de San Pedro, localidad que además brinda múltiples opciones gastronómicas, recreativas y de turismo rural para disfrutar en las cuatro estaciones con hotelería y campings para todos los bolsillos.
Servicios: Guía de pesca Ruli: profesional especializado en pesca deportiva con artificiales. Cuenta con moderna embarcación con plataforma para pesca en fly cast, motorizada con un Honda 4 tiempos de 90 HP. Tel: 03329-15552029.
Camping Safari: cabañas, bungalows, dormis, pileta de natación, excelentes servicios. Tel: 03329-420720.