Prácticamente, 4 de cada 10 trabajadores del Conurbano bonaerense tienen miedo de perder su trabajo en los próximos meses y sumarse así a los 500 mil desempleados que según el INDEC ya hay en el área, informó un relevamiento del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM).
El Instituto Nacional de Estadística y Censos refleja que, entre las casi 12 millones de personas que habitan el Conurbano, hay unas 5.343.000 económicamente activas, aunque el 9,4% (500 mil) conforma el índice de desocupación. Así, el Monitor del Clima Social del CEM reveló que un 38% de los 4.800.000 restantes, es decir más de 1.800.000 bonaerenses, teme engrosar esa cifra.
Según el informe, también un 38% respondió que la persona consultada o algún familiar perdieron el empleo a lo largo del último año, alcanzando picos de hasta el 47% en el segundo cordón de la zona sur, que agrupa a los municipios de Quilmes, Berazategui, Florencio Varela, Almirante Brown, Esteban Echeverría y Ezeiza.
Por otra parte, ante la pregunta acerca de si algún miembro del hogar tuvo que buscar trabajo porque los ingresos no eran suficientes, un 57% respondió afirmativamente. Entre ellos, sólo un 19% consiguió y otro 13% obtuvo un puesto sólo por un tiempo.
“También alrededor de un 57% respondió que el salario que percibe y el total del ingreso de su hogar no les alcanza, presentando dificultades un 42% y grandes dificultades un 15%, aumentando más de diez puntos con respecto al primer Monitor”, resaltó a DIARIO POPULAR Matías Barroetaveña, director ejecutivo del CEM.
Para Barroetaveña, “en general, los números del segundo cordón son peores que los del primero, que a su vez son peores que en Capital Federal” y consideró que en eso tiene que ver “la presencia del Estado, ya que CABA tiene un presupuesto de más de 180 mil millones de pesos. En cambio, la Provincia sufre a partir de la desactualización del fondo del Conurbano y los municipios mucho más, ya que, por ejemplo, CABA maneja una cantidad de dineros varias veces mayor que cualquier distrito del GBA, lo que te da otras opciones”.
El especialista confió que “cuando uno analiza el número de trabajadores, uno ve que en el último período recién hubo un repunte en la construcción, pero la pérdida de empleos sigue estando en un número importante”.
“Esta es una encuesta de percepción y tiene que ver con expectativas. No está hecha para señalar lo mal que estamos, sino para poder seguir en tiempo real las consecuencias de las políticas y que sirva para que puedan reflexionar y rever políticas aquellos que tengan responsabilidad”, resaltó.
De todos modos, Barroetaveña expresó que “si bien son percepciones, lo que uno ve es que los datos son consistentes con los del INDEC y lo que uno ve en datos duros de empleo.
En contrapartida, el CEO de la consultora Carta Financiera, Miguel Angel Boggiano, deslizó que el nivel de desempleo en el Conurbano, que salta al 9,4% en relación al 7,6% que se produce a nivel nacional, “puede deberse a una cuestión localista, de donde están asentadas determinadas industrias”.
No obstante, argumentó: “Si te ponés a ver las importaciones, en el agregado incluso bajaron. A nivel microeconómico es probable que algún sector se vea negativamente afectado, pero no estás teniendo un problema de industria por importaciones, sino por tipo de cambio. Las importaciones son consecuencia de un dólar que para los argentinos es barato”.
Al respecto, Boggiano apuntó a “entender que en el mundo el sector que más crece es el de los servicios, por lo que podríamos tener una política de estado de servicios por sobre la industria”
“Eso es una apuesta a mediano o largo plazo, pero de inmediato el problema en la industria no desaparece. Una de las principales cosas que uno tiene que pensar respecto del trabajo es que es como cualquier bien, con la oferta y la demanda”, sentenció.
De todas maneras, el economista aclaró que “el problema del desempleo está hace mucho tiempo”. “¿Por qué no hubo tanto en la década kirchnerista? Porque de 2 millones de puestos estatales, pasamos a 3 millones y medio. Y eso lo pagamos en el sector privado, ya sea con Ganancias o con el IVA. Y con esos impuestos se está bancando a un Estado que es el doble de grande”, indicó.
Pensando en corregir este déficit, el fundador de Carta Financiera explicó que “el dueño de una PyME va a demandar más o menos dependiendo del precio, tal como uno va más al cine si la entrada cuesta la mitad. El trabajo no es diferente en ese sentido”. Teniendo en cuenta estos ítems, propuso que “para que haya más trabajo, el gobierno tendría que hacer algo que haga que el trabajo se abarate”.
“No hablo de que le llegue menos al trabajador, porque se estigmatiza la flexibilización laboral como si fuera una mala palabra. En realidad lo que digo es que bajar el precio del trabajo quiere decir bajar las cargas laborales, porque en Argentina es muy caro emplear en blanco y por eso hay tantas actividades en negro, con los perjuicios que eso conlleva para el trabajador”, sentenció Boggiano.
Y graficó: “Para que un trabajador le lleguen 10 mil pesos, un empleador tiene que pagar 16 mil, porque en el medio quedan aportes jubilatorios, obra social, sindicatos y más cosas. El problema principal pasa por ahí, al ser los márgenes muy chicos en algunas industrias, termina pasando que el mercado contrata trabajo a un precio más bajo, que es en negro”.