En un documento, el Instituto de Desarrollo Agroindustrial Argentino, advirtió que el aumento de los costos locales en dólares “asfixia” a la producción local al volver imposible competir.
Un informe del Instituto de Desarrollo Agroindustrial Argentino alertó por el fuerte aumento en las importaciones de alimentos y bebidas, y que en algunos casos acumulan subas de más del 500% este año a partir de la desregulación del comercio exterior.
En el documento advierten que el aumento de los costos locales en dólares “asfixia” a la producción local al volver imposible competir.
De acuerdo al Indec, en septiembre se destinaron USD 148 millones a la compra de alimentos y bebidas al exterior, lo cual representó un incremento interanual del 41% y marca el punto más alto de una tendencia que arranca en junio de 2024.
Al observar la evolución, en noviembre de 2023 las importaciones del sector ascendían a USD 105 millones, pero los meses siguientes comenzaron a caer hasta alcanzar su piso en junio (USD 79 millones) y luego, a partir de allí, inició una recuperación que en septiembre totalizó USD 148 millones, superando incluso las mayores importaciones de 2023.
Desde el Instituto de Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA), señalan que “esta tendencia en 2024 se podría explicar por dos factores: el primero, la caída del consumo interno que explica la declinación entre diciembre de 2023 y junio de 2024, y un posterior aumento ligado a la desregulación de las importaciones, la vigencia de la ‘tablita 2.0′ implementada por Economía, y la reducción del impuesto PAIS de 17,5 a 7,5% lo cual abarató las importaciones en comparación con el periodo diciembre/agosto”.
En este marco, el instituto analizó la dinámica de las importaciones agroalimentarias para ver si se trata de una situación coyuntural o por el contrario estructural, teniendo en cuenta que el ritmo de devaluación del Banco Central podría pasar de 2% a 1% y se eliminará completamente el impuesto PAIS.
El IDAA advirtió: “La política que lleva adelante Economía corre el riesgo de asfixiar a las cadenas agroindustriales que agregan valor a los productos primarios, creación de puestos de trabajo de calidad y exportaciones de alto valor unitario. Por un lado el fortalecimiento del peso frente al dólar en este lapso de once meses de gobierno ha generado un aumento en dólares de determinados costos en pesos, que erosionan la competitividad exportadora agroindustrial. Dicho en otras palabras, la Argentina está cada vez más cara en dólares”.
Por otra parte, “la corriente desregulatoria que lleva adelante el Gobierno Nacional aniquila mecanismos de preservación del trabajo argentino agroindustrial, como eran las Licencias No Automáticas para determinadas importaciones”, agregó.