El organismo multilateral incluyó estas observaciones en el documento anual "Informe del Sector Externo", donde realiza un análisis financiero que incluye la cuenta corriente y los flujos de capitales. Allí, el staff del Fondo afirmó que el país necesita un "plan macroeconómico y estructural creíble y sólido, que pueda ser respaldado por la comunidad internacional".
También en el documento hizo mención al cepo cambiario, por el cual solamente se habilita la compra de 200 dólares mensuales, y dijo que ese mecanismo de control es "necesario" en el corto plazo para el país. Pero recomendó implementar un "desarme gradual con condiciones", con el propósito de impulsar la llegada de inversiones extranjeras.
El informe fue elaborado mientras el gobierno de Alberto Fernández, con el ministro de Economía Martín Guzmán a la cabeza, intenta renegociar el préstamo otorgado durante la administración de Mauricio Macri de casi 45.000 millones de dólares.
"Vamos bien, no hay un límite temporal (para la firma del acuerdo). No voy a firmar algo que dañe a los argentinos", aclaró la semana pasada el presidente Fernández. El documento no solo comprende a la situación de la Argentina sino que también realiza un análisis sobre otras 30 naciones entre las que figuran también México y Brasil.
"Las perspectivas de acceso a los mercados a medio plazo dependerán de la aplicación de un sólido plan de reforma macroeconómica y estructural", indicó el informe del organismo.
Remarcó que la posibilidad de recuperar reservas permitirá "allanar el camino para el acceso a los mercados". La Argentina recibió en agosto unos 4.335 millones de dólares correspondientes al reparto que realizó el Fondo entre todos los países miembro de alrededor de 650.000 millones de dólares en concepto de derechos especiales de giro (DEG), la moneda del organismo multilateral.
Esos recursos le permiten al país incrementar las reservas del Banco Central para afrontar el cumplimiento de compromisos con organismos internacionales hasta fin de año.