El precio del combustible en la Argentina es el “segundo más caro de Latinoamérica” por la liberación de precios dispuesta por el gobierno, advirtió ayer el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (CECHA), Carlos Gold.
Gold formuló declaraciones tras conocerse la decisión de las petroleras YPF y Shell, que representan el 75% del mercado, de aumentar 6% los precios de las naftas y el gasoil, por el aumento del precio internacional del crudo y del reacomodamiento de valores de los biocombustibles.
Al aumento también se plegaron Axion y Oil, que también modificaron el precio de sus surtidores, en línea con lo dispuesto por la petrolera estatal.
El presidente de CECHA señaló que “el precio de los combustibles es el segundo más alto de Latinoamérica después del de Uruguay desde que se liberó el precio”.
“El precio del crudo no ha dejado de subir y es justamente ese el fundamento por el cual el combustible aumentó, a pesar de la baja que se registró en noviembre”, señaló el empresario en declaraciones radiales.
Gold dijo que “siempre hay una retracción del consumo posterior al aumento; de acuerdo con la magnitud se refleja en la venta”.
Explicó que “el lugar más caro de la Argentina en relación al precio del combustible es en el noreste, donde la nafta premium oscila los 29 pesos”.
Tras el aumento decidido este fin de semana el precio para la nafta super es ahora $ 22,66; nafta premium o Infinia $ 26,15; diesel $ 19,99 y diesel premium $ 23,18 y en el interior del país, como en Salta, el valor de la nafta premium pasó la barrera de los 29 pesos, explicó Gold.
El litro de nafta super aumentó 32,6% en el año, el de premium un 35,5%, el gasoil 28,6% y el diesel de más calidad 29,8%, casi diez puntos porcentuales por encima de la variación de inflación anual.
Los costos del sector agropecuario aumentaron en más de 3.000 millones de pesos como consecuencia del alza en el precio de los combustibles durante este año, indicó ayer Coninagro.
La entidad dijo que la suba “impacta negativamente sobre los costos de productores agropecuarios argentinos”.
“El costo de combustible tiene doble impacto, por un lado, lo afecta a los costos productivos y por el otro lado al costo de fletes de insumos y productos. En definitiva, los aumentos anunciados afectan a toda la cadena productiva”, indicó un comunicado de la entidad cooperativista que preside Carlos Iannizzotto.
Según los datos del Departamento de Economía de Coninagro, la agricultura utiliza tranqueras adentro 1.034 millones de litros de gasoil, dato que incluye laboreos, siembra, cosecha fertilización, pulverización, transporte de insumos y movimientos dentro del campo.
El precio del gasoil de junio a diciembre 2017, que es cuando se planifican las labores, aumentó 21%, al pasar de $ 16,1 a $ 19,94 el litro.
Como las labores se deben realizar de igual manera, el esfuerzo de la producción en inversión para gasoil en las actividades agrícolas se estima en 20.617 millones de pesos, lo cual significa un incremento en los costos dentro del campo de 1.448 millones de pesos u 84 millones de dólares.i