El blanqueo de capitales enfrenta contratiempos a 40 días de su lanzamiento, como la falta de adhesión de la mayoría de las provincias, la oposición de algunos bancos y la especulación de operadores que aguardarán hasta último momento para entrar.
El gobierno guarda un hermetismo sobre las cifras que se sinceraron, aunque trascendió en el área de Finanzas que hasta el momento superarían los 40 millones de dólares y habría también algunas compras aisladas de bonos para entrar al blanqueo. La administración de Mauricio Macri espera lograr un sinceramiento de al menos 20.000 millones de dólares, con lo que recaudaría alrededor de 2.000 millones para destinar al pago de juicios a los jubilados.
Hasta el momento solamente la provincia de Buenos Aires, la Capital Federal, Córdoba, Tucumán y Salta definieron la adhesión al sinceramiento fiscal.
Esa adhesión de las provincias al blanqueo es importante porque su confirmación exceptuará del pago de impuestos provinciales a los fondos blanqueados de los contribuyentes de esos distritos.
El hecho de que aún la gran mayoría no definió su adhesión, aunque una gran cantidad de gobernadores, incluyendo de administraciones kirchneristas, ya anticiparon su apoyo, demora la decisión para entrar al blanqueo.
La provincia de Santa Fe sigue manifestando su oposición a la medida, en tanto que en Buenos Aires no se podrían sincerar en la moratoria las deudas que ya se reconocieron ante la Agencia de Recaudación (ARBA).
La posibilidad de pagar una multa menor al 10% en el caso de blanquear activos financieros o de 5% si se trata de inmuebles podría demorar el ingreso de muchos inversores casi hasta último momento, que especulan con el precio del dólar.
Una suba cambiaria cerca de fin de año o incluso a principios del año próximo podría ayudar a aliviar el pago del impuesto especial porque según la ley debe pagarse según el tipo de cambio vigente al 22 de julio pasado, es decir, a 14,81 pesos, por lo tanto a un mayor valor de la divisa se pagan menos pesos por el gravamen para entrar.
Todos estos escollos se producen a menos de dos meses del 30 de octubre, fecha en que opera el vencimiento para blanquear operaciones de depósitos líquidos o en efectivo.
Trascendió en el mercado que los bancos se resisten a aceptar nuevos clientes que quieren entrar al blanqueo por el temor de los directivos de enfrentar el riesgo de recibir multas millonarias en caso de que detecten alguna operación de lavado.
El jefe de la AFIP, Alberto Abad, ya advirtió a los contribuyentes que el organismo pondrá en funcionamiento un intercambio automático de información por el que todos los depósitos de argentinos de más de 100.000 dólares en el exterior van a ser revelados este año por 26 países, el próximo por un total de 100 y el siguiente ya por 120 naciones.