Los precios de los combustibles aumentaron este sábado hasta un 2,5 por ciento en la Ciudad de Buenos Aires a causa de un impuesto en el sector, lo cual pondrá más presión a la inflación.
Con el nuevo incremento, el litro de nafta súper en YPF pasó de $29,60 a $30,34, lo cual implica un ajuste de 2,5%; mientras el de la Infinia saltó de $35,65 a $36,42, es decir que la suba fue de 2,1% en ese caso.
En cuanto al gasoil, el precio del litro pasó de $25,94 a $26,38, montos que implican un avance de 1,6%; al tiempo que el de Infinia diésel, subió de $31,19 a $31,65, un 1,4%.
Esos precios comenzaron a regir desde este sábado en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), mientras que en el interior del país son más altos.
En algunos lugares como Mendoza o Santiago del Estero se dieron largas colas en la noche del viernes para cargar combustible ante las versiones respecto de que iba a aplicarse un nuevo aumento.
Las petroleras argumentaron que la actualización de la tarifa se debe al incremento del impuesto a la transferencia de los combustibles (ITC) y el ajuste en el importe de biocombustibles. En julio, cuando la inflación fue de 3,1%, uno de los factores que más presión puso a la inflación, junto al turismo por vacaciones de invierno y los alimentos, fue el sector de combustibles.
El vocero de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos, Gabriel Bornoroni, explicó que se trata de un aumento que ya estaba acordado y que obedece a una carga impositiva establecida en una ley y no se trata de una consecuencia directa de la fuerte suba que registró el dólar durante la frenética jornada financiera de ayer.
"Son las naftas y el diesel, los dos, por el impuesto a los combustibles. Eso ya estaba pactado por la Ley 27430, que está pactado para marzo, junio, septiembre y en diciembre. Son los aumentos que tienen los impuestos del dióxido de carbono y de los combustibles", dijo e vocero.