Según el sondeo de la entidad empresaria, de 455 ciudades relevadas en el país, en unas 109 se detectaron ferias tipo "saladitas" y un total de 88.791 puestos clandestinos de ventas de productos. "En medio de la recesión y la caída generalizada en las ventas minoristas, el comercio ilegal sigue expandiéndose en el país", alertó la entidad y señaló: "En seis meses, la cantidad de vendedores irregulares creció 11,4 por ciento".
Indicó que, de ese modo, aumentó "la oferta de mercadería ilícita genera un mayor desplazamiento del consumo desde el sector formal al informal".
Frente al sondeo anterior, realizado en febrero último, se detectaron 86 nuevas saladitas y 7.759 vendedores más. Así, en agosto se percibió un récord de 656 saladitas en 109 ciudades de la Argentina con 61.721 vendedores. El estudio calculó que la venta ilegal al público alcanzó los $5.557 millones en agosto y rondará los $66.700 millones en todo 2016.
El monto no solo significa un enorme perjuicio para el comercio formal, sino también para las arcas del Estado que, sólo por IVA, se pierde de recaudar casi $14.000 millones al año, destacó la entidad.
CAME analizó que el crecimiento del comercio clandestino de los últimos seis meses se debió a tres factores: falta de controles, aumento en la cantidad de gente que busca precios más accesibles y el mayor desempleo.
"Sin embargo, más allá de la emergencia, preocupa el crecimiento descontrolado del formato saladitas, que frente a la vista de las autoridades se instala como un modelo de negocio", subrayó la entidad, que cuestionó: "Además de afectar al mercado formal, precariza las condiciones de producción, comercialización y empleo de la economía".
"El crecimiento más fuerte de la venta ilegal en esos meses ocurrió en la cantidad de puesteros en ferias, básicamente por las aperturas de nuevos predios", sostuvo el análisis.