La Canasta Básica Total (CBT) subió 2,3%, por lo que se aceleró con relación a enero, cuando había registrado una suba de solo 0,9%.
Una familia tipo necesitó $1.057.923 para no ser pobre en febrero último, según surge de la canasta básica informada hoy por el INDEC, que subió 2,3%.
Así, la Canasta Básica Total (CBT) se aceleró con relación a enero, cuando había registrado una suba de solo 0,9%.
Ese mismo hogar conformado por dos personas adultas y dos menores de edad requirió $ 468.108 para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y no quedar en situación de indigencia. Para no ser indigente la línea se ubicó en 151.491 pesos por persona.
Este último dato se desprende de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), instrumento que determina la línea de la indigencia. Se trata de un valor 3,2% más alto que en enero.
La Canasta Básica Total, además de alimentos, incluye varios puntos del gasto de los hogares, como indumentaria, salud, transporte o educación, lo que determina la línea de pobreza, a diferencia de la Canasta Básica Alimentaria, que releva solamente lo necesario para comer y establece la línea de indigencia.
Las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron del 45% y 53,1% en términos interanuales, respectivamente y, según los datos del organismo, acumulan en el año incrementos del 4,2% y 3,3%, respectivamente.
Una familia de tres personas (una mujer de 35 años, su hijo de 18 y su madre de 61) debió tener ingresos por $ 842.230 para no ser pobre y de $ 372.668 para no caer directamente en la indigencia.
Por su parte, una familia tipo de cuatro individuos (un varón de 35 años, una mujer de 31, un hijo de 6 y una hija de 8) necesitó $ 1.057.923 para no convertirse en pobre, y $ 468.108 para no traspasar el umbral de la indigencia.
Por último, un hogar compuesto por cinco integrantes (un varón y una mujer, ambos de 30 años, y tres hijos de 5, 3 y 1 año) debió tener ingresos por un total de $ 1.112.703 para no caer en la pobreza, y $ 492.346 para no pasar a engrosar el listado de indigentes en la Argentina.
La línea de pobreza para un adulto se ubicó en 342.370 pesos, con una variación de veinte pesos respecto del mes anterior.
En cuanto a la de indigencia, para un adulto fue determinada en torno a los 151.491 pesos.