River es, sin dudas, uno de los clubes del fútbol argentino más perjudicados por el parate del fútbol por la pandemia. Es que los ingresos por derechos de TV (que se siguen pagando) conforman un porcentaje mínimo del presupuesto del fútbol Millonario en comparación con lo que representa para otras instituciones, a la vez que al no jugar por el torneo local o la Copa LIbertadores se pierde de embolsar muchísimo dinero en concepto de recaudaciones. Si se agrega que Marcelo Gallardo y sus colaboradores hacen del cuerpo técnico uno de los mejores pagos de Sudamérica y que River tiene que saldar deudas por 12 millones de dólares este año con otros clubes por pases de jugadores, se entiende por qué hablamos de un Millonario en apuros en estos tiempos de parate y de cómo los dirigentes esperan con los brazos abiertos la posibilidad de una transferencia de Juan Fernando Quintero (ver aparte) al fútbol de Qatar o al mercado europeo.
Para complicar el panorama financiero del club de Núñez, los pases por los que ahora tiene deuda se tomaron con un dolar de entre 30 y 50 pesos y ahora la divisa norteamericana está por las nubes (¿se puede calcular hoy un precio más abajo de los 100 pesos?).
Lucas Pratto, Matías Suárez, Jorge Carrascal, el mismísimo Juan Fernando Quintero, Nicolás De la Cruz, Lucas Pratto y el chileno Paulo Díaz son pases, entre otros, por los que River tiene deudas en valor dolar.
Las deudas con Godoy Cruz de Mendoza por el lateral Fabricio Angileri (1.486.000 dólares) y con Belgrano de Córdoba por el delantero Matías Suárez (670 mil dólares) son las más sencillas de afrontar. Como también 455.000 euros con San Pablo por el delantero Lucas Pratto. Pero detrás vienen las más grosas.
En el caso del volante ofensivo Nicolás De la Cruz. River es dueño apenas del 30 por ciento del pase y aún le debe un millón de dólares a Liverpool de Uruguay.
Pero los verdaderos dolores de cabeza en la tesoreria del Millonario vienen por el lado de los 2.500.000 euros adeudados al Karpaty Lviv de Ucrania por el volante colombiano Jorge Carrascal, el 1.300.000 dólares con Porto de Lisboa por Juan Fernando Quintero y 2.000.000 de dólares con el Al-Ahli de Arabia Saudita por el pase del defensor chileno Paulo Díaz.
Como quedó dicho, el parate del fútbol afectó los ingresos más importantes de la institución. Entre ellos lo que River recauda organizando un partido de Copa Libertadores, donde puede recaudar unos 200 millones de pesos. El cuerpo técnico tiene un contrato muy alto, acorde a los resultados deportivos conseguidos, y además al Muñeco le han mantenido a las figuras en los últimos años a excepción del volante tucumano Exequiel Palacios, transferido a fines del año pasado al Leverkusen de Alemania.
En los últimos tiempos hubo rumores de posibles ventas a Europa del Chino Martinez Quarta y Gonzalo Montiel, pero la realidad hoy del fútbol mundial complica la esperanza de ventas multimillonarias a las grandes ligas. Por eso en la Tesorería de River hacen cuentas pensando en afrontar las deudas que vencen este año.