El ataque felino sucedió en Estambul, Turquía, cuando un hombre paseaba a su perro, sin darse cuenta, se acercó mucho a unos gatitos despertando el instinto protector de Azrael, un gato conocido por defender valientemente a sus crías. El paseador de protegió como pudo del insistente ataque, tanto es así que casí termina con los pantalones por el piso.