Si bien no hay cierre de libro de pases a la hora de estampar nombres en las camisetas de los clubes,
lo más rimbombante de esta temporada que está por empezar será el posible ingreso de Banco Ciudad al pecho de dos instituciones de las grandes. El término “posible” se explica porque la tinta ni siquiera está fresca pues se firma la semana que viene. La entidad financiera porteña estampará su firma en el papel y su nombre en la camiseta de San Lorenzo y Huracán, el más porteño de los clásicos del fútbol argentino, aunque ocasionalmente estén en distintas divisionales.
Tiene lógica lo de Huracán, porque la nueva casa central del banco que preside Federico Sturzenegger echará raíces en el Distrito Tecnológico de Parque Patricios. Es lógico también lo del Ciclón por varias razones: a) es otro símbolo porteño; b) Está en Primera, lugar donde el banco quiere jugar; c) Necesita más plata de la que recibe (usualmente los cambios de marca suelen indicar mejoras en los acuerdos); y d) Es una práctica habitual, al menos en la Argentina, que si una empresa pone sus huellas digitales en una casaca, si se puede es bueno estar en la del clásico rival.
Lo de
BBVA Francés con la Nike de Boca y la Adidas de River es un ejemplo, pero en el arcón de los recuerdos abundan otras experiencias, como en su momento las de Fate, Sevel y Quilmes en los mismos clubes del Superclásico; LBA New York Life, el luego fusionado Banco Bica y actualmente FlechaBus en Colón y Unión; la ya desaparecida tarjeta Provencred y ahora el Banco de la Provincia de Córdoba (BanCor) en los grandes equipos de la Docta, San Juan Minero en San Martín y Sportivo Desamparados, o Transatlántica, Paladini antes, y la transportadora Empresa Argentina en la futura camiseta Olympikus de Rosario Central y la Topper de Newell’s, por dar apenas algunos ejemplos.
Cada vez son másEl desembarco del Banco Ciudad en dos clubes de los grandes abre un nuevo enfoque al análisis, pues se observa cómo la banca prácticamente monopoliza el pecho de los principales equipos del fútbol argentino. Los españoles del BBVA se aseguraron a los dos más grandes, el Ciudad tendrá tanto a San Lorenzo en Primera como a Huracán en la B Nacional (en este caso reemplazará a otro banco, el Columbia), y la hegemonía se rompió en Avellaneda, pues si bien la Olympikus de Racing mantiene al Banco Hipotecario con su “Dueño de una Pasión”, Independiente apagó el motor de la Motomel para encender el televisor TCL, su nuevo patrocinador en la camiseta Puma.
En la principal categoría del fútbol argentino, el otro banco que mantiene sus huellas digitales es el Macro, que desde hace años es sponsor ofi cial de la camiseta Kappa de Tigre. Y, si bien su nombre no aparece en la camiseta, el Hipotecario tiene una estrecha vinculación con el Club Atlético Lanús, a quien le desarrolla varios servicios fi nancieros, a cambio de buenos lugares en estática del estadio granate.
Nombres y serviciosLa relación de las entidades fi nancieras con los clubes no solo pasa por los nombres, sino que va de la mano a los servicios que ofrece. Aparte del pago de sueldos a los empleados, y seguramente uno que otro préstamopuente cuando las cuentas están en rojo, el BBVA ya tiene la tarjeta Xeneize y prepara seguramente la Millonaria, mientras que el Hipotecario tiene emitidas las tarjetas “cancheras” y con el búho de la Academia. Todos los caminos conducen a que el Ciudad buscará hacer lo propio con cuervos y quemeros.
Esta columna no tiene la foto de las camisetas Lotto de San Lorenzo y Kappa de Huracán con la publicidad en el pecho del Banco Ciudad, como los libros del periodismo lo indican, simplemente porque la tinta de la firma ni siquiera está fresca, pues el contrato no está fi rmado. Sin embargo, los jugadores de este otro partido, banqueros y dirigentes, ya se dieron la mano para decretar el pase del año, en un libro que no está cerrado, pero que no espera más sorpresas al menos hasta 2013.