En los últimos tiempos se lo recomienda como útil en dietas para adelgazar, ya que contribuye a perder peso, dando sensación de saciedad. Se trata de un producto 100% natural sin agregado de conservantes ni aditivos
Atacado hasta no hace mucho tiempo por los médicos, últimamente el huevo ha sido reivindicado hasta como algo útil para adelgazar: resulta que no sólo no engorda (aporta sólo 75 calorías, igual que una fruta mediana), sino que contribuye a perder peso, porque da sensación de saciedad y evita el “picoteo”.
Además, la energía y las proteínas que aporta permiten sobrellevar una dieta sin que aparezcan mareos, dolores de cabeza y sensación de vacío, sin aumentar colesterol ni triglicéridos. Pruebas al canto: Japón, España y Francia, tres de los mayores consumidores de huevos, tienen los menores índices de mortalidad cardiovascular entre todos los países industrializados del mundo.
Argentina, aunque no alcanza esos valores, ha aumentado el consumo de huevos por persona por año, de 126, en 2002, a 205, en 2008, según la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA). Mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) afirma que es uno de los alimentos más nutritivos de la naturaleza por la calidad de sus proteínas y la gran cantidad de vitaminas, minerales y sustancias esenciales.
Según la Asociación Dietética Americana (ADA) los huevos son alimentos que se encuentran naturalmente enriquecidos con componentes fisiológicos activos beneficiosos para la salud. Dentro de sus aportes está la gran variedad de vitaminas y minerales que contiene, especialmente las del tipo antioxidantes (Vitaminas E y A, Zinc y Selenio).
Su nivel de colina -un vitaminoide esencial para las embarazadas y niños pequeños- contribuye al desarrollo de la memoria y de las funciones cognoscitivas: un huevo contiene el 50% de las recomendaciones dietarias de este nutriente. Carotenoides como la luteína y la zeaxantina, presentes en la yema, previenen la degeneración de la mácula del ojo, mejoran la visión y evitan el riesgo de sufrir cataratas.
Se trata además de un alimento de “proteína completa”, ya que la suya está compuesta por 20 aminoácidos, nueve de ellos denominados esenciales, cuyo alto valor biológico es de 93.7% y se ubica apenas por debajo de la proteína de la leche materna.
En suma, el huevo aporta beneficios al sistema inmunitario, se protege a sí mismo del ataque bacteriano, aumenta la saciedad y facilita el descenso de peso, y contiene todos los aminoácidos esenciales que favorecen el mantenimiento y formación de la masa muscular, órganos, tejidos, anticuerpos y hormonas.
Desde 2000 la American Heart Association, en sus guías alimentarias para la población sana, recomienda el consumo de un huevo por día; pero en 2005, el International Journal of Cardiology publicó un estudio donde el consumo de dos huevos diarios no presentó efecto nocivo sobre la función endotelial ni aumentó los niveles de colesterol.