Q uien vaya a ser el próximo DT de Banfield, dado que todavía no se oficializó el arribo de Hernán Crespo, se encontrará con un proyecto serio desde las inferiores, donde surgen jugadores que hacen su camino al andar y transitan en los tiempos previstos el crecimiento que los llevará a un futuro sólido y con talento.
Casos como el de Julián Carranza, Luciano Gómez o Claudio Villagra en el último lustro, o bien como Jesús Dátolo, Facundo Ferreyra, Renato Civelli y Darío Cvitanich en los comienzos del nuevo milenio son los fieles reflejos de inferiores organizadas y estimuladas hacia el mañana.
Parte de este buen proyecto es el volante cordobés Martín Payero, que fue tenido en cuenta por Julio César Falcioni en el último semestre y por si fuera poco cerró el año en el once inicial ante Unión, así que deslizó: “Desde lo personal, tenía unas ganas terribles de aprovechar mi oportunidad. El rival era difícil y lo bueno es que se dio todo como queríamos. En el semestre pasado había jugado ante Atlético Tucumán, así que este regreso al equipo principal me llenó de emoción”.
En diálogo con Soy de Banfield Radio, Payero indicó que el cuerpo técnico de Julio César Falcioni le transmitió tranquilidad en todo momento y agregó: “Pidieron que juegue simple, que intente y que cuando hubiese que atacar, que lo hiciera. Me quedé conforme con mi nivel y desde hacía bastante venía peleando para estar, haciendo un buen trabajo en Reserva, trabajando intensamente”.
El jugador mediterráneo también manifestó que por la Copa Argentina ingresó unos minutos ante Lamadrid y que supo esperar su chance, entonces soltó: “No bajé los brazos y aguardé este momento. La premisa fue no darse por vencido y seguir trabajando con los preliminares, así que valoro mucho este cierre de año”.